Cánticos saltos y el característico azul cubrió el Parque Vicuña Mackenna en la celebración de la hinchada del "Bulla" tras la obtención de la estrella 18, celebración que inició apenas terminaba el encuentro ante San Luis en el estadio Nacional.

Poco a poco el público azul llegó con banderas, jóvenes, adultos, niños y adultos mayores no quisieron perderse la oportunidad de celebrar un campeonato bajo el propio Morro, donde todos concordaban con el valor que caracterizó al equipo de sus amores: humildad.

Jeffrey Butrón, se define como "bullanguero" de corazón y llegó desde el inicio de la fiesta, "realmente contento por el campeonato, por el triunfo de la U y la derrota de los colocolinos, estuvimos con un 1 a 0, pero nos tocó este año, hemos luchado. El equipo se afiató como tenía que ser; al principio le costó jugar en equipo, jugaban de forma individual, ahora jugaron como un equipo y por eso que las cosas salieron, fue merecido", indicó.

Oscar Moraga, un comerciante e hincha azul solo pudo escuchar el partido final por la radio, pero no se perdió la celebración, aprovechando además de vender unas 20 banderas, "estaba destinado porque el técnico lo había dicho en la semana, iba a ser un partido complicado, pero se logró el objetivo que era conseguir el triunfo, la clave fue la unión entre el técnico y los jugadores".

Carlos Águila, que llegó en familia junto a su sobrina contó que "antiguamente siempre veíamos los partidos con la barra de los "De Abajo"; no venía desde el campeonato de la Sudamericana, en el 2011 y ha sido todo feliz, en la última fecha y dejando al Colo afuera, estuvimos nerviosos hasta el ultimo minuto".

Y es que la dura campaña que la Universidad de Chile tuvo fue en un inicio algo por lo que no se tenía expectativas. Al conjunto que ahora dirige Guillermo Hoyos, al que actualmente solo se le tienen buenas referencias entre la hinchada, no se le tenía mucha fe; "empezamos de abajo, nadie daba un peso por nosotros y salimos adelante", lo afirmó Angela Reinoso, una hincha.

Al pasar, los vehículos hicieron la tradicional caravana con bocinazos, en un festejo que se extendió a los panoramas nocturnos en una ciudad con amable clima.