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Músicos locales dicen qué se ganó y qué se perdió con el fin de la era Cornell

El legado del líder de Soundgarden que se quitó la vida a sus 52 años y dejó colgando en un hilo a la música grunge. ¿Depresión? ¿Autoexigencia? ¿Unirse al resto de rockeros de Seattle muertos? Aquí hablan los créditos locales.
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Si el mismísimo diputado Gabriel Boric solicitó al Senado rendir un homenaje por la muerte del cantante, por qué en Arica podrían quedar ajenos al deceso de Chris Cornell la noche del miércoles, en Detroit.

El vocalista de Soundgarden, Audioslave y de ese riquísimo proyecto llamado Temple of The Dog, se transformó en el nuevo mártir que se llevó el grunge, ahorcándose después de un par de horas de su presentación en Detroit, sepultando un poco más al ritmo musical originado en Seattle y que ya perdió a Kurt Cobain (Nirvana), Layne Stanley y Mike Starr (Alice in Chains) y Scott Weiland (Stone Temple Pilots).

Aquí, algunos músicos locales fanáticos del legado de Christopher John Boyle, el verdadero nombre del rockero cosiderado alguna vez como la cuarta mejor voz en la historia del rock.


"Le quedaba voz y cuerda para rato"

Cumpliendo el primer año con su grupo, Eddie's Band, y a días de sacar su primer demo, Duilio Milanesi, vocalista de la agrupación local aún no se recuperaba tras enterarse de la noticia. "Es que yo aparte de practicar música, hago surf, entonces cuando iba en el colegio, la mezcla Soundgarden - playa era parte de la rutina", cuenta.

"A Cornell le quedaba cuerda para rato. Fue una decisión lamentable, pero el mundo del grunge tiene eso", expone.

"Era un maestro por donde se le mirase. Tenía una hermosa familia, una hija preciosa y había dejado atrás las adicciones, pero la depresión es un arma que no se va nunca", añade.

¿En cuanto al álbum favorito? A mediados de los 90 escuché Black Hole Sun y después el álbum entero, el Superunknown. De ahí supe que Soundgarden se transformaría en uno de mis dos grupos favorito".


La depresión, los trastornos y sus constantes pensamientos suicidas

"Hubo una época en la que no esperaba estar aquí. Y ahora no sólo espero estar sino que además he pasado los últimos 12 años de mi vida sobrio, con el objetivo de averiguar qué tipo soy sin sustancias, porque ese (el adicto) era un tipo diferente". La frase viene de la revista Rolling Stone el 2015, en medio de una entrevista al músico. Ahí, Cornell detallaba el infierno en el que estuvo desde los 13 años, metido en el mundo de las drogas.

Y si bien el músico pudo superar esa etapa, una depresión y varios trastornos, acompañados de pensamientos suicidas, gatillaron que la noche del miércoles, el artista pusiera en práctica la frase "no esperaba estar aquí" a sus 52 años.

Tommy Naranjo es baterista de la banda grunge MalPráctica.

El músico estuvo presente para la reunión de Soundgarden en el Lollapalooza de 2014, luego de que unos años atrás, Cornell prometiera venir a Chile con la formación original.

"El tipo tenía una fuerza enorme. Lo que pasa es que Soundgarden sacó esa energía de Nirvana, con la nobleza de Pearl Jam. Ambos extremos", analiza.

"Ahora el tipo tenía energía de sobra, pero también esa clase de música que le pasabas una guitarra y podía hacer un unplugged él sólo. Es una lamentable pérdida para la música, pero lástima que estamos en la era en que veremos morir a los grandes músicos. Hoy al grunge sólo le queda a Veder (Eddie, Pearl Jam), que como vamos, habrá que blindarlo para que no se nos vaya", relata.

Fue en los años de colegio que Cristian Brandau tributó por primera vez a Soundgarden.

Preety Noose y Feel on Black Days eran los covers de la entonces banda Astillero.

Hoy, el músico, periodista y bajista de la banda Waldo Ponz asegura que si bien el vocalista de Audioslave se fue temprano, nada cambiará el legado de la banda de Seattle. "Es que la música queda. Al contrario de lo que se piense, creo que con la muerte de Cornell, la escena podría tomar un nuevo vuelo y potenciarse. Ahora no podemos desconocer que Soundgarden fue una de las primera bandas grunge de la historia, al punto que fueron los primeros de los grandes conciertos y en firmar un contrato disquero con una compañía conocida", narra.

"Cornell era un tipo enorme, al punto de ser autoexigente. Mira, yo vi el concierto del miércoles en la noche y la voz no le dio. Entonces creo que eso podría haber gatillado en atentar contra su vida", asegura.


"Puede que con esta muerte la escena grunge tome un nuevo vuelo"