Secciones

Desastres nuevamente

E-mail Compartir

Ante la repetición, al cabo de dos años del desastre en la región de Atacama y Coquimbo, cabe preguntarle a las autoridades ¿Con qué cara? volverán a recorrer las ciudades y pueblos arrasados por el agua y el barro. Los pobladores en medio de su impotencia han declarado, que si vienen, volverán a mostrarse, prometerán, se irán y el desastre volverá a suceder. La verdad es que las autoridades no tendrán cara ni podrán soportar las miradas de los pobladores, porque en dos años no fueron capaces de hacer las obras necesarias para evitar los daños, con la experiencia del evento del 2015. Más aún, los pronósticos meteorológicos anunciaron el frente con suficiente antelación y la cantidad de agua que caería y sin embargo no se preparó a las zonas con maquinarias y elementos para combatir los aluviones previo al paso del frente y posteriormente. Será interesante oír las declaraciones y ver las caras de las altas autoridades y las de duda de los ciudadanos. Ya no se puede culpar a la naturaleza.


Madres y líderes

Si bien en la última década más mujeres han alcanzado cargos directivos liderando organizaciones, aún falta mucho para lograr que hombres y mujeres se equiparen en ese sentido. Ciertamente las responsabilidades del hogar que hoy se comparten, pero cuya carga recae principalmente sobre las madres, hace muchas veces que las mujeres alcancen cargos de liderazgo a edades superiores que los hombres.

¿Cómo la dinámica de dirigir, organizar y gestionar un hogar, se relaciona con el liderazgo? De alguna manera ser madre y dirigir un hogar, antes de alcanzar cargos de dirección, permite desarrollar habilidades blandas que se pueden implementar en el trabajo a la hora de liderar equipos y que muestran un sello diferenciador.

Empatía es una de ellas, ya que la experiencia de madre permite comprender a otras en similar situación; capacidad de escuchar para conocer las motivaciones de los colaboradores, de acoger frente a situaciones de estrés, angustia y preocupación laboral y/o personal.

Al mismo tiempo las capacidades técnicas, como por ejemplo lograr objetivos con recursos limitados y la capacidad de gestión para llevar adelante diferentes situaciones simultáneamente, se potencian y desarrollan cuando las madres se hacen cargo de sus hogares. Una madre que logra guiar un hogar con estímulo y motivación, pasa a ser líder para sus hijos y potencia el desarrollo de las habilidades en cada uno de sus miembros. Eso es lo que precisamente hace un líder en una organización: permite que sus equipos desarrollen sus capacidades hacia un mismo objetivo organizacional.

Marcos Concha Valencia

Catalina Maluk

U. Central