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"Digan lo que quieran": amor y fin de la adolescencia

Netflix nos devuelve la obra maestra de Cameron Crowe, una comedia romántica que nos entregó una de las escenas más entrañables del género.
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Cameron Crowe fue progresivamente abandonando el periodismo musical que lo hizo brillar prematuramente en las páginas de la Rolling Stone para escribir guiones de comedias adolescentes como "Fast times at Ridgemont High" y "The wild life". Hasta que en 1989 saltó a la dirección con "Digan lo que quieran" ("Say anything"), comedia romántica que adelantó el fenómeno de la Generación X. Ahora aterriza en Netflix como oferta vintage.

El perdido de Lloyd (John Cusack) no sabe qué hacer con su vida después de salir del colegio. O, en verdad, sí lo sabe: boxeo tailandés, alternativa que está fuera de toda opción convencional. Hasta que, de pronto, su vocación pasa a ser otra: su verdadera ocupación podría ser dedicarle su tiempo a Diane Court (Ione Skye, olvidada princesa indie), la matea del high school, una chica tímida y de belleza discreta que descubre un nuevo universo social luego de aparecerse en la última fiesta del periodo escolar. Esa noche Lloyd queda flechado y se dispone a conquistarla.

Pero como en un triángulo marcado por el complejo de Electra, el autoritario padre de la chica, que además es viudo, se convertirá en un obstáculo para el enamorado.

El plan paterno es que ella se mude a Londres para continuar con sus estudios. Así, el exitismo lidiará con el romanticismo adolescente en una película que, aunque acoge el ABC de las reglas del género, encuentra su propio encanto.

En parte gracias a un Cusack que desarrolla aquí al tipo melómano y de bajo perfil que continuará encarnando más tarde en "Alta fidelidad". Lo hace alejándose de estereotipos y lugares comunes. Y en concordancia con el retrato de un grupo de amigos que se juntan en las calles de Seattle para hacer nada. La abulia de una generación comenzaba a perfilarse. Y también la angustia, reflejada principalmente en una chica despechada (interpretada por la gran Lili Taylor) que compone canciones rabiosas para el tipo que le rompió el corazón. Como una Courtney Love antes de Courtney Love.

Crowe logra algo difícil de conseguir: construir una película sobre la juventud llena de nostalgia, en este caso precipitada por la conclusión de una era y el comienzo de otra. Aunque el choque generacional es inminente, Crowe no aspira a construir la "Rebelde sin causa" de finales de los 80, sino que una comedia agradable, repleta de buenos diálogos, personajes secundarios atractivos y momentos para el bronce. Hay especialmente uno: Lloyd, despechado bajo la ventana de Diane, sosteniendo una radio desde la que suena "In your eyes", de Peter Gabriel.

El realizador continuaría explotando estas virtudes en su obra posterior (especialmente en "Casi famosos", retrato melancólico de sus años como periodista de rock), pero "Digan lo que quieran" es su "Ciudadano Kane".