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Mundial de surf

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En relación a la carta publicada por el Concejal Juan Carlos Chinga el día martes 18 de abril, me extraña lo que comenta respecto de los dineros que se le entregan a través de subvenciones a los organizadores de los campeonatos (que son privados) de surf y bodyboard. Extraña lo que argumenta el concejal porque ignora y desconoce lo que el mismo aprobó. Hay que recordarle a don Juan Carlos Chinga que ahora las sesiones del concejo municipal son transmitidas por internet y todos tenemos acceso a las votaciones y argumentos que realizan.

Por qué el concejal no se responsabilidad de lo que votó. Si le parecía tan importante financiar esta iniciativa, por qué no se opuso a lo que se votó? ¿por qué desconocen su votación? ¿tiene claro que en solo dos organizaciones se fueron 40 millones de pesos, cuando con esa plata se pudo ayudar a más organizaciones que por lo demás, son sin fines de lucro, a diferencia de las del surf y bodyboard.

Todos tenemos claro que el surf y bodyboard son un gran aporte al turismo de nuestra ciudad, pero son eventos privados y si tiene el impacto que dicen tener (cosa que no es cierta, porque son deportes de nicho y ni el mundial de fútbol tiene 2.500 millones de espectadores, como dice el vocero del surf), cualquier gran marca ya quisiera tener esa vitrina y pondría grandes auspicios.

Es más, me parece que la municipalidad no debería apoyar estos eventos privados (cobran inscripción a los participantes), cuando perfectamente se podría realizar con aportes privados.


Muros y murallas

El muro de Trump recuerda la Muralla China que cumplió el mismo objeto: controlar las migraciones de acuerdo a las leyes del país. La muralla China se hizo realidad porque fue un proyecto dinástico de largo aliento. Actualmente el poder cambia de manos en pocos años limitados por la democracia. El utópico muro de Trump es nada más que una metáfora o imagen para enfatizar el problema de inmigración ilegal. Con las tecnologías actuales tiene más sentido controlar con satélites barredores al estilo de "Google earth". Para Trump no es necesario un muro en el límite con Canadá, porque los canadienses prefieren su terruño, lo que debiera llamar a reflexión a los gobernantes mexicanos y resolvieran los problemas para mejorar la calidad de vida y sus ciudadanos se mantengan en su país. La tierra prometida se logra con liderazgo, esfuerzo, organización, democracia y oportunidades para todos, lo que en el promisorio futuro les haría pregonar un muro para evitar la inmigración ilegal desde USA.

Manuel Salas

Marcos Concha Valencia