El sello del antofagastino Luis Marcoleta Yáñez (58 años) entró en la historia de Curicó Unido. Dos ascensos, dos títulos, un técnico y varios ex Deportes Antofagasta también aportaron en el retorno curicano a la serie mayor del fútbol chileno.

Y no son pocos los que tienen pasado Puma. Además de Marcoleta, que debutó como jugador profesional con Antofagasta (1977-1980) y estuvo en la banca del CDA durante la temporada 2001-2002, destacan jugadores como Javier Elizondo, Rodrigo Riquelme, Luis Santelices y René Bugueño, todos titulares en el equipo curicano y que una vez estuvieron vistiendo la camiseta albiceleste.

Uno de los casos más destacados es el de Riquelme, central que estuvo el año pasado en Antofagasta y que emigró a Curicó por petición de Marcoleta.

El paraguayo-chileno conoce muy bien al técnico antofagastino. Estuvo en el primer ascenso de los curicanos el 2008 y ocho años después volvió a inscribirse en la historia de los "torteros".

"No deja detalles al azar. Estudia muy bien a los rivales, maneja dos esquemas de juego por si es necesario cambiar y en los entrenamientos siempre está preocupado de todo", cuenta el defensa.

Pero no solo destaca su profesionalismo como técnico, sino que también la calidad de persona que es Marcoleta, un hombre muy creyente y que siempre lo demuestra vistiendo un gorro que dice Jesús.

"Es muy cercano al grupo y para él primero está lo personal y luego lo profesional. A veces uno tiene problemas personales y él siempre está ahí para ofrecer su ayuda", confiesa Riquelme.

El ex Antofagasta no se queda ahí y agrega que "se dedica a conocer al jugador más allá de una cancha de fútbol. A mí me abrió las puertas del club y por su calidad ni siquiera lo pensé dos veces".

Otro de los que destacó en el campeón es René Bugueño, canterano Puma. Es la segunda vez que el defensor logra un ascenso. El 2011 fue campeón con Deportes Antofagasta, siendo titular en el equipo de Gustavo Huerta.

Tras lograr el ascenso con el CDA pasó por O'Higgins, Unión La Calera y Deportes Copiapó, hasta que en el 2015 llegó a Curicó junto a Marcoleta, quien le devolvió la confianza al defensor.