El tenis como deporte masivo
La llamada "generación dorada" del tenis nacional, terminó por cambiar la percepción que existía en general de este deporte en nuestro país. Se trata de aquel grupo de tenistas, que comenzó con Marcelo Ríos, quien fue número uno del mundo, y que siguió con los campeones olímpicos Nicolás Massú y Fernando González. Todos, hicieron que el otrora llamado "deporte blanco", bajara de la elite para convertirse en uno que fuera seguido con tanta pasión como el fútbol. Esta cercanía se hizo mayor luego que Chile fuera bicampeón del ya extinto Torneo Mundial de Tenis de Dusseldorf, ganando a la República Checa y a Australia en 2003 y 2004, respectivamente, consiguiendo de esta manera uno de los escasos logros de este tipo de un deporte.
Hoy el tenis ha ganado un lugar más abierto, distinto a lo exclusivo que parecía hace décadas. Este deporte dejó de ser parte de clubes cerrados para transformarse en una disciplina física, y su enseñanza y práctica han comenzado a masificarse.
Prueba de ello es el proyecto "Masificando el Tenis en Arica y Parinacota", que fue aprobado por el Consejo Regional, con una inversión de 79 millones de pesos, y que busca poner en contacto con este deporte a más de 3.600 niños y jóvenes de las comunas de Arica, Camarones, General Lagos y Putre.
Los recursos permitirán adquirir implementos y contratar profesores que serán capacitados por quien fuera uno de los artífices de los últimos triunfos más importantes del tenis nacional, Horacio de la Peña.
Esta es una experiencia que llega a Arica luego de que también en otras regiones se experimentara con la masificación del tenis. Sin duda, se trata de un buen punto de partida, sin embargo, hay otra tarea que es fundamental relacionada con este deporte.
También se necesitan recintos abiertos para que estos programas puedan dar frutos y el tenis se masifique realmente. No es una tarea fácil ¿Qué autoridad tendrá la decisión de dotar a las canchas de babyfútbol de los elementos para jugar tenis? ¿Se piensa en invertir en recintos públicos para que este proyecto complete sus objetivos? Sin duda, es algo que se debe tener en cuenta.
Diferente
Mi hermano es así. Camina poniendo siempre distancia con los demás. Además detesta los cambios. Cuando come, le gusta hacerlo en el mismo plato y con los mismos cubiertos.
Recuerdo que de niño solía desmantelar nuestros juguetes: autitos, robots, trenes, todos sufrieron mecánicas autopsias.
Siendo adolescente, desarmó el bullicioso despertador de nuestros papás. Y también el teléfono, en un infructuoso intento por descubrir de dónde provenía tanto ruido y elocuencia. Viéndolos disgustados, volvió a su lugar las piezas, ajustó los diminutos engranajes y apretó todos sus tornillos. El corazón del reloj volvió a latir, y el teléfono dejó oír, de nuevo, su repiqueteo y el claro rumor de sus voces.
Cuando el profesor preguntó sobre una película que debían ver, y él bajó la cabeza sin hablar, el maestro insistió. "¿Qué pasó, no la entendiste, o acaso estaba mal doblada?" "Si el CD hubiese estado doblado" -respondió- "no habría entrado en el reproductor, señor."
Mis papás debieron explicarle que él entendía todo de modo literal, que no sabía de eufemismos, doble sentido, ni sutilezas lingüísticas.
Tras ese incidente, y luego de nuevos exámenes, el médico cambió su anterior diagnóstico de autismo al de SA. "Su hijo tiene el Síndrome de Asperger, dijo. Quienes lo padecen, poseen un sobresaliente nivel de inteligencia, y pueden desenvolverse con bastante normalidad."
Mis papás igual se preocuparon. Y es que el mundo no parece diseñado para personas diferentes.
Pero ahora hasta su profesor se muestra más tolerante. Aunque a veces usa metáforas que mi hermano no logra asimilar. Como cuando se disculpó diciendo que le "hablaba con el corazón". Afortunadamente mi hermano superó el momento siguiendo un consejo que le dio mi mamá: sonreír. "El mundo es complicado", hijo, le dijo ella, "pero sonreír ayuda mucho."
Hace algún tiempo terminó sus estudios, y hoy trabaja como programador de computación. Una labor sin grandes complicaciones pero, cuando las hay, él sonríe… siempre sonríe.