Un matrimonio lleva alrededor de 10 años administrando el Restaurante La Bomba, ubicado al interior de la Primera Compañía de Bomberos, en calle Colón, pero frecuentan el lugar de toda una vida y hoy aseguran que es un lugar acogedor y familiar.

Orlando Silva (72) y Berta Reyes (54) son los actuales administradores del local, donde sólo trabajan cuatro personas. Sus dos hijas, Claudia y Lisandra, son las que atienden a los clientes, Berta se preocupa de la cocina y Orlando es quien verifica que todo esté en orden.

Una de las características principales que tiene el restaurante es que es tranquilo, no entran vendedores ambulantes ni personas que no conozcan el lugar. "Las personas se sienten como en casa, porque nadie los molesta. Aquí tenemos una caja con las cosas que se les quedan a los clientes: gorros, mamaderas de bebés, llaves, celulares, etcétera y como todos vuelven, preguntan si es que acá se les habrá quedado algo y recuperan sus pertenencias", dijo Berta Reyes. En las paredes se puede apreciar que hay gorros colgados, "muchas veces hay turistas que vienen a almorzar y se les quedan sus gorros, entonces nosotros los colgamos por si en alguna oportunidad ellos vuelven, los ven y se acuerdan", agregó.

El restaurante lleva 37 años funcionando, de los cuales 18 Orlando trabajó como garzón. "Yo recuerdo que desde pequeños veníamos a este lugar y veíamos a mi padre trabajar, por eso siempre es grato venir a visitarlos, tenemos bonitos recuerdos aquí", expresó Darío Silva, hijo mayor del matrimonio.

De la tele a la bomba

Por el restaurante han pasado muchos personajes de la televisión y artistas importantes, como Los Jaivas, Los Titanes del Ring, Axé Bahía y Dióscoro Rojas, entre otros. "Dióscoro siempre viene cuando está en Arica, el Rey de los Guachaca", dijo Claudia Silva.

El matrimonio siempre recuerda bonitas historias que han vivido en el local, "los primeros días de enero vino un caballero con sus dos hijos, tremendos lolos y me saludaron con un abrazo diciéndome "Don Orlando no se acuerda de nosotros?, nos gustaba mucho el consomé cuando éramos niños y siempre nos sentábamos ahí, entonces ahora queremos consomé y sentarnos en el mismo lugar", yo quedé sorprendido, acá siempre vuelven", dijo Orlando Silva.

"Nosotros siempre decimos "vamos a trabajar un tiempo más no más", pero ya estamos acostumbrados a este ritmo, a este lugar. Es como nuestra segunda casa. Si lo dejamos, yo creo que nos enfermaríamos", dijo Berta Reyes. "Nos quedaremos acá hasta que ya no podamos más", agregó.