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Movilidad sin límites

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Cuando el tamaño y el peso pasan a ser un atributo, se genera movilidad. Y si a esto agregamos rendimiento, se produce la conjugación perfecta. La industria de los dispositivos móviles se perfecciona día a día, al punto que ha logrado aunar estas tres variables en diferentes dispositivos móviles de uso diario.

En el caso de los computadores portátiles el desarrollo fue más impresionante. El origen de estos equipos fue en 1981, cuando fue presentado el Osborne 1, primer notebook de uso comercial que dio origen a un nuevo segmento de mercado tanto comercial como doméstico. Estos equipos pesaban más de 10 kilos, contaban con pantallas de 5 pulgadas y sus procesadores eran una innovación. Tenían 64Kb de memoria RAM y disqueteras de 5¼, entre otras características. Pese a ello, estos equipos eran considerados portátiles gracias a un novedoso sistema de maleta que era resistente a golpes.

Treinta y seis años después las ansias de movilidad continúan y cada día esta industria se desarrolla más. Atrás quedó el pesado notebook que restringía nuestra movilidad y no otorgaba el rendimiento que buscábamos. Hoy ya hablamos de Ultrabooks, dispositivos con procesadores de última generación, memorias RAM de 16GB, almacenamientos de hasta 1TB y lecturas de datos de hasta 1700MB/s. Pesan menos de un kilo, miden menos de 12 mm de grosor, sus pantallas son full HD ultra finas y otorgan una movilidad única. Estamos viviendo la era de los dispositivos livianos y eficientes, y gracias a la hiperconectividad, trabajar y estudiar es posible en cualquier momento y lugar.

Tal como la revolución de los primeros equipos, hoy los Ultrabooks nos entregan una libertad nunca antes vista. La movilidad total sí es posible y las empresas desarrolladoras de tecnología trabajan en su perfeccionamiento. Dejémonos sorprender, esto recién comienza.


Salud y Educación Pública

¿Por qué hoy la salud primaria (Los consultorios) continúa en manos de los municipios y NO en el Ministerio de Salud? ¿Por qué sucede lo mismo con la educación pública, que está en manos de los municipios, y NO en el Ministerio de Educación? ¿Cuándo volverán a depender de donde corresponde por lógica elemental?

Hoy estos dos fundamentales servicios públicos o funciones públicas dependen de la voluntad de personeros elegidos democráticamente, que en muchos casos no tienen todas las competencias que una buena gestión requiere. Y a veces, actúan con discrecionalidad casi feudal.

Nuestros parlamentarios, tienen algo que decir, para promover las leyes respectivas, que reviertan estas anormalidades legales.

Diego Fernández Gallo

ASUS Chile

Mario Concha Sanhueza