Dirigentes de la Junta de Vecinos Nº 29, que agrupa a pobladores del centro de Arica, hicieron saber formalmente su molestia debido a lo que consideran retrasos en el proceso de renovación de las aceras del centro de la ciudad, y la instalación de las nuevas baldosas.

Lo primero que se debe convenir ante todo comentario o análisis es lo necesario que son este tipo de obras para el centro de la ciudad. De hecho, nadie puede poner en duda el hito que significa para Arica, especialmente para el sector céntrico, el ver cómo se concreta una obra que lo embellece y ordena.

Es un trabajo que demanda recursos, planificación y esfuerzos que no se pueden desconocer y que tal como se ha dicho, finalmente, serán ampliamente celebrados por la comunidad. Es entonces cuando se habla de los sacrificios de hoy, pensando en un mañana caracterizado por una ciudad con avances tangibles y que mejoren la calidad de vida de la población.

Sin embargo, las dudas, inquietudes y de cierta manera, los reclamos de los pobladores no pueden soslayarse.

Sin duda que la tarea con la renovación de las aceras requiere también la empatía necesaria de ambas partes. La comunidad tiene que manifestar paciencia, pero la ejecución de las obras también debe considerar desde las incomodidades hasta los riesgos que reviste el prolongar trabajos.

No se puede soslayar también que, como dicen los dirigentes y vecinos, hay cuadras en las que se pueden encontrar sectores sin terminar y donde por días no se ven avances, lo que inquieta a los mismos pobladores y llama a la lógica consulta de por qué no hacer esta tarea por etapas, con el sano principio de terminar lo que se empieza. Tampoco se puede desconocer que, a pesar de los esfuerzos que se realizaron por tener las baldosas en los sectores de los colegios, listas para el regreso a clases, hubo lugares en donde esto no ocurrió.

Estas obras son un desafío mayor para la ciudad, y así como requieren de la comprensión de la ciudadanía, también demandan que las incomodidades y riesgos que se generan, sean lo más pasajeras y transitorias posibles.

Hacer de Arica una ciudad anclada en el límite de lo antiguo y lo moderno es la idea que tuvo la Presidenta, Michelle Bachelet, cuando puso a disposición los recursos para revitalizar las zonas patrimoniales emblemáticas de la ciudad.

La iniciativa busca incrementar la actividad comercial, cultural y poner en valor los inmuebles patrimoniales o emblemáticos.

Por ello el Gobierno a través de la Subsecretaría de Desarrollo Regional, (Subdere) le transfiere recursos al municipio, solicitándole que presente las propuestas de inversiones y actividades para revitalizar el barrio histórico de Arica. La iniciativa gubernamental, además solicita que este programa se realice con la participación ciudadana, desarrollando encuentros que consideren los aspectos comerciales, turísticos, culturales e identificando el elemento más relevante en el cual focalizar la revitalización.

Hemos avanzado en cuanto al recambio de luminarias LED en la ciudad, adquirimos inmuebles emblemáticos coma la casa San Marcos y la casa Crispieri y de la misma forma avanzamos en la instalación de señalética patrimonial. Tenemos otros proyectos que se encuentran en formulación como son la restauración de fachadas patrimoniales; el mejoramiento de áreas verdes y pavimentos, a lo que se suma el mejoramiento del acceso al mirador de la Virgen y del Teatro Municipal y su plaza de acceso.

A la fecha se han aprobado $1.472.175.352 para revitalizar principalmente el centro histórico, revirtiendo de esta manera el constante deterioro de este barrio, que es un paisaje fundante en la postal de ciudad de la Eterna Primavera.

Para quienes visitan a diario el centro histórico, quizás no les llame la atención que se releve éste como infraestructura patrimonial emblemática, quizás porque no valoran que cada vez que ingresan a un inmueble histórico se está poniendo en valor la historia. Así es, porque desde la cotidianidad cada vez que se ingresa a la Catedral, o se visita la Casa de la Cultura, o se transita por las elevadas calles del centro de la ciudad, e incluso cada vez que se visita un mercado, se está valorizando lo nuestro.