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Acusado relató cómo rompió puerta de Nabila con hacha

Mauricio Ortega, ex pareja de Rifo, insistió en su "inocencia", en el comienzo del juicio oral.
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Mauricio Ortega, el único acusado de la brutal agresión sufrida por Nabila Rifo en mayo de 2016, cuando la mujer de 28 años perdió ambos globos oculares, prestó declaración ayer, en el comienzo del juicio oral en Coyhaique.

Ortega, ex pareja de Rifo, fue acusado por los delitos de violación de morada, amenazas, mutilación y femicidio frustrado, por los cuales el Ministerio Público solicitó al Tribunal una pena de 29 años.

Durante la audiencia, en que Ortega aseguró ser inocente del crimen, el fiscal Pedro Salgado le pidió a Ortega que se refiriera a lo ocurrido el 5 de junio de 2015, un año antes de la agresión, cuando el acusado ingresó a la fuerza al domicilio de Nabila Rifo, rompiendo la puerta trasera del inmueble, con un hacha.

Según contó Ortega, esa mañana se dirigió a la casa de su entonces ex pareja -con quien ya tenía dos hijos-, ya que "quería que visitaran a mi madre, quien estaba enferma de cáncer".

Según dijo Ortega, en aquel entonces Rifo mantenía una relación con Juan Francisco Remolcoy, quien le negó el acceso a la morada: "Entonces fui hasta el auto a buscar un hacha, me dirigí a la puerta trasera, que estaba rota, y le pegué con la herramienta".

Una vez adentro, añadió, Remolcoy huyó por una ventana, y Rifo bajó al primer piso: "Le dije que no podía andar dejando a los chicos botados (...), que si no se dejaba de lesear, se los iba a quitar".

El acusado aseguró que, tras conversar con Rifo y sus hijos, quedaron "como amigos".

Consultado por el fiscal sobre qué lo motivó a romper la puerta con el hacha, Ortega respondió que "quería rescatar a mis hijos".

"¿Rescatarlos de qué?", contrapreguntó el fiscal.

"De las drogas que había en la casa", dijo Ortega, quien luego se desdijo: "No, no había drogas. Me confundí de palabra".

"Ella nunca me tuvo miedo (…). Yo nunca le pegué a mi mujer", aseguró.

Defensa de ortega

El abogado de Ortega, Fernando Acuña, insistió ayer en la inocencia de su defendido en la agresión sufrida por Rifo el 14 de mayo de 2016, y acusó inconsistencias en la investigación.

"Los fiscales y los servidores públicos, llamados a proteger a la víctima, se obsesionaron con el hombre equivocado", afirmó.

Ayer también declaró Karen Colihuán, paramédico del Samu de Coyhaique, quien detalló las condiciones en que encontró a Rifo, la mañana del crimen: "Estaba acostada en la vereda y alrededor suyo, había un bloque de cemento, las llaves de un auto, y uno de sus globos oculares. Estaba sangrando, respiraba, pero con dificultad".

La audiencia se reanudará hoy, a las 8:30.