A pesar que este año los efectos del invierno altiplánico se hicieron presentes antes que el año pasado, el Paso Fronterizo Chungará presentó un importante incremento en el tránsito desde diciembre a febrero, con incrementos de carácter histórico.

Si bien los efectos de las lluvias se han hecho sentir en rutas y caminos durante el verano, estos inconvenientes han sido rápidamente solucionados y la vía ha estado sólo un par de veces con interrupciones importantes, lo que no ha generado grandes trastornos al transporte, particularmente a los camiones que ingresan desde Bolivia con rumbo al puerto de Arica.

De hecho, las estadísticas indican que en el periodo mencionado, fueron más de 48 mil los camiones que circularon por este paso, lo que se traduce en un incremento de 8% respecto al mismo periodo del año pasado. Respecto a la carga, el incremento fue de un 11%, con más de 775 mil toneladas.

Hay dos reflexiones importantes que se pueden hacer a partir de estos resultados. Primero, lo importante de las obras que se están ejecutando en los últimos 21 kilómetros de la ruta que une Arica y Tambo Quemado, en la frontera con Bolivia.

Lamentablemente, estos trabajos en principio motivaron reclamos de parte de transportistas del vecino país, cuando el mismo transporte boliviano se había quejado de las malas condiciones de la ruta. Ahora es tiempo de reparar una vía que los beneficia y que a la luz de los resultados de tránsito, es importante que esté en buenas condiciones.

Y segundo, nuevamente los hechos hablan de la salida que Chile está dando al vecino país, precisamente a través de nuestra región, cuyos servicios y autoridades se han concentrado en obras de mejoramiento como las que se ejecutan en la zona fronteriza.

Todo va de la mano. Las mejoras en la ruta permiten un tránsito más fluido y seguro del transporte de carga boliviano, para que el vecino país siga incrementando su presencia en la zona del Pacífico, teniendo a Arica como una de las puertas más importantes de salida a una zona tan estratégica del planeta.

La Cámara Chilena de la Construcción lleva más de una década elaborando el informe Infraestructura Crítica para el Desarrollo (ICD) para que existan mejores políticas públicas en esta materia y así generar más bienestar y oportunidades para todos, el que comprende hasta el 2025.

Es que no se trata solamente de construir, sino que entregar a la región una infraestructura vinculada a generar desarrollo y trabajo para cada zona del país, que fomente un cambio un desarrollo real para todos.

En Arica y Parinacota existe una serie de proyectos que estamos seguros cambiará el futuro regional, como el gran Museo de la Cultura Chinchorro, un lugar con características de centro de evento y que sea una atracción en sí misma.

A estos se suman un nuevo megapuerto, moviendo las instalaciones que actualmente existen hacia otra zona de la ciudad, la que debería ser en el sector cercano al aeropuerto, donde se proyecta el área industrial.

Hay iniciativas que ya se están desarrollando en diversas etapas, como el Plan Maestro de Borde Costero, el embalse de Chironta o la planta desaladora; las que deben cumplir con sus respectivos procesos, los que se suman a otras como el embalse Umirpa, la nueva centralidad Chinchorro, mejoramiento de la 11Ch, Centro de alto rendimiento en Altura o el parque fluvial del río San José.

Lo anterior es por un costo aproximado de 3.840 millones de dólares. No es barato si vemos esa cifra de manera aislada, por eso debemos analizarlo como una inversión que marcará un cambio en la hoja de ruta regional.

Esta inversión ya muestra algunos brotes, como el proyecto Arica City Center, el Mall o el Strip Center; los que se replicarán si es que los criterios técnicos priman por sobre la mala política. Sigamos adelante, porque construir Chile es obra de todos.