La noticia se expandió rápidamente por redes sociales y medios de comunicación. Uber, la conocida aplicación de transporte, llegaba a Arica, anuncio que se materializaba con la convocatoria para reclutar conductores.
Diez ciudades del país se sumarían así al servicio otorgado por la empresa que es mundialmente conocida y que suma fanáticos pero también, detractores.
"Queremos llegar como una nueva alternativa flexible de ingresos para los habitantes de estas ciudades (incluida Arica). La razón por la que tantas personas alrededor del mundo conducen con Uber es la libertad de elegir los días y horas que están conectados a la aplicación, ya que no tienen un horario fijo ni condiciones de permanecer con la plataforma", indicaron desde Uber Chile.
Fuerte fiscalización
A propósito de este anuncio, el seremi de Transportes y Telecomunicaciones, Arturo Gómez, manifestó que se reforzarán las fiscalizaciones cuando la aplicación empiece a funcionar en la ciudad.
"Se trata de un transporte público ilegal que vamos a fiscalizar de forma extremadamente rigurosa. No hemos tratado aún el tema con los dirigentes del transporte, pero estamos preparados desde hace un tiempo para fiscalizar esto y eliminarlo a la brevedad", dijo.
Gómez recalcó que al tratarse de vehículos particulares habilitados para transporte de pasajeros, no existirá la seguridad de que sean autos que cumplan con los requerimientos básicos exigidos a taxis, como dos revisiones técnicas al año, el conocer la idoneidad del conductor y contar con patente especial para este fin.
"El transporte público se presta en vehículos habilitados para tal efecto. En el caso de Uber u otras aplicaciones de este tipo, el hecho de ofrecer el servicio no es ilegal. La ilegalidad se da por el vehículo que se utiliza para este fin. En los destinados para el transporte público podemos corroborar que estos están en perfectas condiciones, no así en los particulares".
Finalmente, la autoridad recalcó que este tipo de automóviles debe contar con autorización del Ministerio de Transporte para trabajar, razón por la que los particulares no pueden ejercer el transporte público, como propone la aplicación.