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La artesana que le da vida a los muñecos gigantes

Las wallatas, parinas, burritos y la llama que baila reviven en el carnaval junto a los pueblos de la precordillera que confían en el trabajo de Ana María Nieto.
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Ana María Nieto es hija de esta región, y como buena ariqueña es amante de la cultura de los pueblos y sus tradiciones. Pero también está orgullosa de sus raíces afros, por eso baila junto a la comparsa Tumba Carnaval.

Desde muy joven Ana María Nieto solía escuchar los relatos de su padre, quien le contaba cómo eran antes las fiestas de verano que tenía Arica, tales como la Fiesta de la Primavera o la Ginga; eventos importantes donde se lucían carros alegóricos y personajes a gran escala.

Sin duda inspiraciones que después le sirvieron para revivir algunas prácticas en favor de la cultura local.

"Me inicié en la fabricación de muñecos gigantes porque mi papá me hablaba mucho de los carnavales de la época de los ferrocarriles, de los carros alegóricos, de la Ginga y todo eso. Por eso cuando tenía 20 años hice mi primer gigante pero de cartón", recordó Nieto.

Luego el año 2006, con la llegada de un profesor de Valparaíso para el taller de marionetas gigantes, Ana María vio una oportunidad para concretar su sueño de mejorar su técnica en la fabricación de estos muñecos.

Una vez finalizado el curso, Ana María quiso enfocarse en la cultura de los pueblos, con el fin de recrear los personajes clásicos de cada uno.

"Me quedé con la idea de que las comparsas no tenían porque ser tan parejas en su presentación. Por eso mi primer muñeco gigante con diseño lo hice el año 2012 para mi comparsa", dijo la artista.

"Después que aprendí más sobre la fabricación de muñecos, la primera comparsa que me llamó para hacerle un muñeco brujo a gran escala fueron unos tobas. Y así después me enfoqué en los pueblos", añadió.

Con los años, Nieto observaba como cada año las comparsas de los pueblos tenían una presentación muy similar, unas con otras. Por esa razón fabricó a pedido varios muñecos gigantes; todos muy característicos como el burrito, la llama, parinas, parejas de aymaras, afros y caporales.

Asesora a comparsas

"Quiero relevar el tema de los pueblos porque me interesa que ellos puedan mostrar toda su esencia en cada carnaval. Por eso este año hice las wallatas (aves), para el Pueblo de Guallatire. Pero también hice las llamas, las parinas, el burrito y todo eso", contó.

Pero no solo hace a pedido, sino que en algunas ocasiones también presta asesoría a las comparsas.

"Hay que entender que a veces las comparsas de los pueblos no tienen tantos recursos como los caporales o morenadas. Por eso cuando no tienen presupuesto, yo los ayudo a fabricar su muñeco; hago el diseño y cosas así para que ellos lo hagan", aseguró Ana María Nieto.

Cada muñeco gigante le toma entre un mes a 45 días aproximadamente en terminarlo. Todo depende del detalle, por eso en su taller se trabaja desde junio para cumplir con todos los pedidos de las comparsas.

Este año Ana María trabajó para unos caporales, unos cabezudos para los tinkus, una pareja de afros para Tumba Carnaval y las famosas wallatas.

Su meta para este año es sacar personajes de la diablada, morenos y los zambos para lucirlos con otros muñecos para la Segunda Versión del Carnaval Andino Afrodescendientes de Muñecos Gigantes.