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Carnaval luchó con la discriminación y hoy es la gran atracción de la región

El evento tuvo que superar muchas barreras en sus inicios y contra todo pronóstico se convirtió en un imán para los turistas. Posee un premio Apes y lucha por ser reconocido como Patrimonio de la Humanidad.
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El Carnaval con la Fuerza del Sol es el evento más importante que tiene la región de Arica y Parinacota, pero también es uno de los más grandes del país, porque reúne a cerca de 10 mil bailarines y músicos de Chile, Perú y Bolivia durante tres días de fiesta, música y danza. La cifra fácilmente sube a más de 70 mil espectadores cada jornada, donde lo único que importa es bailarle al Gran Mallku, deidad que las fraternidades ven reflejado en el Morro de Arica. Pero antes de presentarse al carnaval, los bailarines ensayan sus coreografías e invierten importantes sumas de dinero para comprar sus trajes y tener una banda de bronce. Por eso cuando se critica al carnaval, los creadores de este evento recuerdan todo el esfuerzo que hicieron para sacar adelante este proyecto cultural, en tiempos cuando nadie daba un peso por el evento. Por eso lo defienden contra viento y marea.

Pero la historia de este carnaval no siempre tuvo todo el apoyo y la masa de participantes que hoy tiene. Sus inicios fueron muy modestos.

"En un comienzo todo fue muy complicado porque había mucha discriminación. Pero aún así esto se gestó por iniciativa de los residentes bolivianos, que en época de carnavales se juntaban en el espacio que hoy es la Liga Andina. Ahí compartían vivencias, se juntaban a tocar tarkas y challaban. Así nacieron las primeras comparsas que bailaron en San Miguel de Azapa y después fueron invitados en la Ginga y luego dieron vida al carnaval", recordó Hugo Aduviri, presidente de los Tinkus Kollas Aymaras, fundado en 1971.

Nace un carnaval

La Ginga Ariqueña impulsada por Carlos Verdugo, conocido en la ciudad como "Carliños", tuvo su época de gloria hasta el año 2002 aproximadamente. Ahí participaban juntas de vecinos, clubes de adulto mayor entre otros. Luego ese mismo año el municipio se reunió con las fraternidades y logró sacar adelante la primera versión del Carnaval con la Fuerza del Sol, que después tuvo sus diferencias entre asociaciones, lo que llevó el año 2003 a tener dos carnavales, uno de la Confraternidad de Bailes Andinos y otro bajo el alero de la Federación Kimsa Suyu.

Después de mesas de trabajo, el alcalde de la época, Carlos Valcarce y las asociaciones llegan a un acuerdo y logran unir nuevamente el carnaval. Hasta que con la llegada de Waldo Sankán al municipio, el evento logra mayor infraestructura y crece hasta el día de hoy.

La historia

Esta historia tuvo varios ribetes y cada dirigente tuvo que tomar varias decisiones aquellos años.

"En la Ginga no se tomaba mucho en cuenta la participación de nuestras comparsas. Por eso muchas veces se intentó hablar con el municipio para tener nuestro propio carnaval, pero siempre nos tiraban a la Ginga. A raíz de eso dejamos la Ginga y con las comparsas andinas que habían se hizo un carnaval propio donde el recorrido era desde la Gobernación Marítima hasta el pie del Morro", contó Kenny Lázaro, presidente de la Confraternidad de Bailes Andinos Inti Chamampi.

Ni un peso

El animador oficial del carnaval, Rolando Alarcón, más conocido como Waliki, explicó que al principio nadie creía en la propuesta de carnaval.

"La Ginga apenas eran 100 metros y el recorrido del primer carnaval sería de un kilómetro. La gente dudaba si eso se iba llenar o no. Pero igual se hizo y empezaba a las 9 de la noche y terminaba a las 2 de la mañana", señaló.

Otro personaje que también vivió esta época fue Juan Carlos Poli, jefe de Gabinete del municipio liderado por el entonces alcalde Carlos Valcarce.

"Al ver que la Ginga no seguía, vimos que habían personas interesadas en seguir con un carnaval, por eso las primeras reuniones las tuvimos con Martín Quispe y Zenón Alarcón. Pero hubo muchos problemas al comienzo porque había gente del municipio que no daba ni un peso por el carnaval y hubo que convencer a los concejales de la época. Tras todo eso se dio el vamos al primer carnaval; ahí se integraron más comparsas porque Valcarce pidió el rescate local de los pueblos y también de los afros", contó Juan Carlos Poli.

Primeras comparsas

Finalmente el Carnaval Con la Fuerza del Sol vio la luz como lo conocemos ahora el año 2002 donde participaron la Morenada Achachis Generación 90, Caporales San Pedro de Totora, Caporales Moxa Uma, Morenada de Azapa, Caporales Proyección del Norte, Tobas Andino Sajama y Tinkus Kollas Aymaras. A esta lista se sumaron la comparsas Oro Negro y otras.

"Participamos en el último año de la Ginga y luego fuimos al carnaval como invitados. Esos años yo era la coordinadora. Fue un momento muy lindo para nosotros", dijo Marta Salgado de Ong Oro Negro.

2 confraternidades

El primer carnaval tuvo un recorrido de un kilómetro, cuatro escenarios que emulaban a los cuatro suyus (divisiones territoriales del imperio incaico). Pero con los años fueron naciendo nuevas comparsas y las diferencias entre ellas también fueron creciendo y se dividieron. Unos se agruparon en la Confraternidad de Bailes Andinos y otros crearon la Federación Kimsa Suyu.

Según Rolando Alarcón el año 2003-2004 aproximadamente, se hicieron dos carnavales. "Con o sin premio nosotros queríamos demostrar que podíamos tener un carnaval y así fue. Aunque no tuvimos todo el apoyo del municipio lo hicimos igual y la Federación hizo lo suyo. Luego con la Llegada de Waldo Sankán el carnaval se reforzó porque él trajo esas graderías enormes y toda esta ornamentación que hasta el día de hoy se ve", añadió Alarcón.

"En esta división que hubo nos tocó traer grupos de afuera para fortalecer el carnaval, fueron momentos difíciles, pero eran problemas de las asociaciones, pero después llegamos a un acuerdo y se logró seguir con el carnaval convirtiéndolo en uno solo. Recuerdo que esos años visitamos varias agencias de turismo, invitando a la prensa nacional, fue todo un trabajo", aseguró Juan carlos Poli.

Proyección

Con los ánimos más calmados las asociaciones y el municipio lograron conciliar un acuerdo para seguir con el Carnaval Con la Fuerza del Sol.

"Al segundo año el carnaval era tres veces mayor Y cuando entregamos la municipalidad el 2008 teníamos cerca de 40 comparsas", aseguró Poli y agradeció a Juan Gálvez, funcionario municipal de esos años, quien logró conciliar la unión de las fraternidades. Ahora Gálvez se encuentra en Iquique y replicó allí el carnaval, bajo el nombre de Carnaval de la Integración.

"Logramos proyectar Arica en los circuitos de Sudamérica , estamos sobre el carnaval de Puno, segundo lugar después de Oruro.

Este carnaval es el único que realmente atrae turistas a la región. Es un evento que mueve la hotelería, comercio, transporte etc. Los turistas tratan de coincidir sus vacaciones con el carnaval. Hay que seguir con esta senda" enfatizó Poli.

Para las comparsas todo el esfuerzo y gasto millonario que hacen aveces no se compensa por eso sienten que Arica quedó chico para este evento.

"Llegar a esto no fue fácil. Por eso la gente que crítica en redes sociales, son en su mayoría allegados de otras regiones que no entienden la interculturalidad que se vive aquí hace años", dijo Aduviri.

Este año el interés por ser parte de este carnaval sin duda ha traspasado fronteras, porque vienen bailarines de Tacna, Potosi, Cochabamba y la Paz. Pero las regiones de Chile no se quedan atrás y este año cerca de 2.800 personas de 31 delegaciones vinieron a a bailar con sus fraternidades. Toda un fenómeno que va creciendo. ¡Porque Arica es Carnaval¡