Seis y media de la madrugada en Santiago. Andrés Gómez-Lobo, ministro de Transportes y Telecomunicaciones, se apresta a presentar un nuevo bus para el sistema de transporte público capitalino, cuando un hombre menudo, de pelo corto y camiseta rosada, se acerca, presentándose como taxista.
"Mire, ahí tengo mi taxi, estoy pagando una letra de 361 mil pesos todos los meses, y no me alcanza (…). Póngase los pantalones y luchemos juntos contra la piratería", dijo el conductor, haciendo referencia a las plataformas digitales de transporte de pasajeros que operan en el país, como Cabify o Uber.
Sorprendido, Gómez-Lobo respondió: "Hay un proyecto de ley en el Congreso para regularlos". "¿Y de qué sirve?", retrucó el chofer, "lo que usted tiene que hacer es cortarlos de raíz, como en Argentina".
Luego, mientras el conductor se alejaba, Gómez-Lobo soltó la frase que desataría la reacción del gremio y la polémica del día: "Es que la gente prefiere Uber".
Gremio de taxistas
Luis Reyes, presidente de la Confederación Nacional de Taxis de Chile (Confenatach), dijo a La Estrella que los dichos de Gómez-Lobo "fueron demasiado livianos, y se contradicen con lo que nos ha dicho en reuniones".
Añadió que el gremio está expectante sobre el proyecto de ley que moderniza la legislación sobre transporte remunerado de pasajeros, más conocido como "Ley Uber", ingresado al Congreso por el Gobierno el 25 de octubre: "Hay que aclarar si el proyecto tiene un avance, si está entre las prioridades del Gobierno. El ministro nos dijo que sí estaba".
Actualmente, según el Ministerio de Transportes, el proyecto de ley cuenta con urgencia simple, asignada por la presidenta Michelle Bachelet el 3 de enero de este año, y debería continuar con su trámite cuando se retome el año legislativo en marzo.
Al respecto, el gerente de EasyTaxi, Manuel Parraguez, indicó que "el Gobierno no le ve el peso y la carga que significa no tener regulación en ese mercado".
Desde Cabify señalaron, a través de un comunicado, que el "Gobierno haya decidido no priorizar la regulación del transporte remunerado de pasajeros es un retroceso importante, ya que es una discusión que lleva tiempo".