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Limpiando autos sacó adelante a sus nueve hijos

Era su única alternativa para salir de lo que describe como una vida de violencia intrafamiliar. Este trabajo le permitió la independencia.
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Patricia Torres

La vida no ha sido fácil para Margot Acosta. A los 18 años se casó, pero dicho proyecto de vida no resultó. En un círculo de violencia intrafamiliar, prefirió dejar el hogar y buscar su propia vida, su destino.

Fue valiente y reconoce que es importante la autoestima para tomar decisiones como la que ella asumió.

Hoy en día ve como el trabajo de limpiadora de autos fue un medio para dar un giro a su vida. Margot explicó que cuando empezó a trabajar era porque "en la casa no había nada que comer, al principio sólo alcanzaba a reunir mil a mil 500 pesos, pero con eso me alcanzaba para comprar pañales a detal o una de las leches chicas que vendían antes. Para mi eso era bastante, pues a veces solo tenía pan duro para darle a mis hijos", señaló.

Hoy esta mujer luchadora ya tiene sus clientes que la buscan, en lugar en el que ha trabajado desde hace 20 años, sobre esto comenta "no está permitido lavar autos en la vía pública pero los Carabineros saben que uno se está ganando del dinero humildemente y nos dejan", agregó Margot Acosta.

En este trabajo, además se ha hecho de buenos amigos, "yo pasó ahora por - el paseo- 21 de Mayo y la gente me saluda", indicó riendo, al mismo tiempo destacó cómo en este trabajo también vinculó a su hijos, hoy el séptimo la ayuda con sus labores, "me siento acompañada con mi hijo, y protegida. Es como un guardaespaldas para mi". Actualmente vive sólo con uno de sus nueve hijos, los otros ya emprendieron su rumbo. Su casa es ahora "un palacio, antes era horrible, no había nada en esa casa".

Sin embargo, disfrutan de varias actividades juntos, "nos gusta ir a la playa, hacer asaditos y acampar, no nos vemos tanto como antes pero siempre tratamos de salir junto", asegura Acosta.

Sin embargo, trabajar limpiando autos también tiene sus desavenencias. Aunque Margot asegura que son más las buenas las experiencias, recuerda la primera vez que la intentaron asaltar, "el ladrón me amenazó con apuñalarme pero yo me le enfrenté. Le dije que viniera hasta acá y me apuñalara pero no lo hizo y se fue. Ahora esa misma persona también limpia autos y me pidió disculpas por lo que pasó", dijo.

Otra de los malos ratos que ha tenido este oficio, es que hay veces que los clientes "después que uno les lava el auto no quieren pagar, antes me molestaba y les gritaba, ahora los dejo irse", afirmó. Este trabajo también ha servido para que pudiera intercalar con otras personas que viven casos de drogadicción y están en situación de calle. "Yo les digo que ellos solos deben tener la voluntad para salir, la droga es una cosa muerta y una cosa que está muerta no nos puede ganar. Hay que ser fuerte".