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Ariqueño trae al presente la arquitectura sustentable ancestral

Profesional diseñó y construyó el Centro de Educación Ambiental en la Pampa del Tamarugal, desarrollada con barro, cañas, paja y madera de la zona.
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ómo en medio de un bosque, puedo hacer aparecer y redescubrir la realidad paisajística y singular del Tamarugo?.

Esta pregunta llevó al arquitecto ariqueño Esteban Balcarce Villanueva, a desarrollar el proyecto "La educación a través del reconocimiento de la materialidad y luz en el espacio desértico", en la Reserva Nacional Pampa del Tamarugal, donde construyó el Centro de Educación Ambiental de la CONAF. "Utilice el patrimonio constructivo de la zona y le di continuidad", dijo el egresado de la Escuela de Arquitectuta de la Universidad Católica, en Santiago, el que explicó que, "se optó por emplazar el proyecto a 50 metros frente a la carretera Panamericana 5, con el fin de educar e invitar al viajero desde el diseño del paisaje proyectado con materiales de la zona.

Es así, como se presenta una reflexión a la educación en los sistemas constructivos tradicionales de los poblados aledaños (Pica, Matilla, la Huayca), y como la aparición de la "Quincha" (del Quechua, muro) desarrollado en éstos durante el Siglo XVII-XVIII en base a materiales de caña, barro, paja y madera, fija las bases del proyecto, por un lado para poner en valor el material y por otro educar con la herencia técnica".

Balcarce le añadió a la iniciativa la utilización de energías renovables no convencionales (ERNC), a través de paneles fotovoltaicos para la iluminación. La obra fue encomendada por la Sociedad Química y Minera de Chile SQM, la Corporación Nacional Forestal de Chile, la Secretaría Regional Ministerial del medio Ambiente y el Servicio Nacional de Turismo,

luz solar tamizada

El profesional ariqueño detalló que una de las características principales es "que la espacialidad interior está sumergida en la luz solar tamizada por la caña, que ha sido ocupada como material, emitiendo una sombra imperfecta y orgánica propia de los espacios intermedios y sociales de la precordillera nortina, (estancias en la chacra, patio zaguán rural, patios cubiertos y otros), lugares donde se desarrolla la vida de los ciudadanos que viven en el sector. De esta manera, un muro de cañas perimetral del proyecto orientado hacia el norte, inunda el interior con retazos de sol que la atraviesa otorgando lugaridad y domicilio al espacio educativo museográfico permanente".

Uno de los desafíos que afrontó el arquitecto en la construcción del Centro de Educación Ambiental, fue que tuvo que armar su propia empresa ecológica, utilizando a trabajadores de la zona.

"Nos demoramos un año en su construcción y utilizando materiales de la zona armé un mix ecológico, ya que se trata de un proyecto completamente sustentable", aseguró Balcarce.

Otra de las particularidades de la iniciativa dijo el arquitecto es que "las fundaciones de la obra fueron implementadas sobre el nivel de piso natural compactado, con el fin de no ocasionar heridos ni surcos que erosionen el suelo natural y poder algún día retirar la totalidad del proyecto sin dejar rastro (reversibilidad), además de ser en un 90 por ciento constituido de materiales biodegradables de la zona".