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En los últimos años, cada vez que hay una situación de catástrofe se han emitido una serie de informaciones en redes sociales que no hacen más que generar confusión en la población.

Esta vez los incendios forestales han marcado el límite de este tipo hechos, donde muchos han replicado a través de Internet, sin siquiera analizar lo que se está publicando, hechos que finalmente son totalmente falsos.

Lo mismo ocurrió en el terremoto de 2014 al norte grande, pero con la diferencia que ahora la repercusión está multiplicada por cien.

En muchas ocasiones, estas publicaciones que se transforman en virales, solo tienen el afán de ganar adeptos o seguidores en la web, sin embargo se juega con la confianza de las personas que tienen menos herramientas para distinguir entre algo que es veraz y lo que no lo es.

Es necesario, en este sentido, generar una discusión respecto a la credibilidad que tienen las redes sociales ya que es un desafío en cuanto a saber diferenciar una información real a algo falso.

Hasta hace algunos años la entrega de información estaba monopolizada por los medios de comunicación formal, lo que actualmente está diversificado entre todos los que poseen una cuenta, además de los medios on line que se han masificado exponencialmente en los últimos 10 años, donde la mayoría, en muchos casos, no entrega claridad de sus fuentes.

Actualmente en nuestro país existen más de 13 millones de conexiones a internet, donde en el caso de las conexiones móviles a estas acceden 72 de cada 100 habitantes del territorio nacional. Además los accesos 4G alcanzaron los 2,2 millones de conexiones el año pasado, con un crecimiento anual de 307%.

Actualmente la normativa se está adaptando a estos nuevos desafíos y con el tiempo se espera que la responsabilidad ante estas publicaciones sea más fácil de perseguir que hasta ahora por los organismos de justicia.

Por el momento, es necesario que el ciudadano se informe y, si bien hay mucha información que es real en redes sociales, es importante que como personas responsables seamos capaces de analizar el contenido que estamos consumiendo y no seamos parte de la generación de una avalancha de información falsa.

"Es importante que como personas responsables seamos capaces de analizar el contenido que estamos consumiendo".