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Un país proactivo

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Cada vez que ocurre una emergencia en el país se activan los organismos del Estado y el país se moviliza con el fin de ir en ayuda de las personas que están sufriendo a causa de esto.

Luego comienzan los cuestionamientos acerca de la rapidez y la efectividad de estas medidas, se buscan responsables por los errores que se cometieron y finalmente se comienza a hablar respecto a los tiempos para volver todo a la normalidad.

Pese a esto, nunca o casi nunca se habla con anterioridad a que sucedan las emergencias o se invierte en estar preparado para que estas ocurran.

Todos los años se sufre por los incendios forestales, las lluvias altiplánicas y los sismos. También de vez en cuando entra en actividad algún volcán, sin embargo, continuamente estamos sobre reaccionando.

En la actualidad, el desastre que dejan los incendios en la zona centro sur del país da cuenta de que no contamos con la tecnología, ni equipamiento necesario para actuar ante este tipo de emergencia y poderla solucionar en un plazo corto. Este es un claro ejemplo en que se pudo evitar un desastre.

En el norte tampoco contamos con una red que permita monitorear, en forma seria, los efectos del invierno altiplánico, pese a que cada año estamos esperando a que no sea tan intenso y dañe las siembras en los valles.

Tras el terremoto del 27 de febrero de 2010, Chile cambió su política respecto a las emergencias sísmicas, lo que quedó demostrado en la reacción que hubo en el sismo que afectó a Arica y Parinacota y Tarapacá, como en el registrado en Coquimbo.

Es necesario, que tras estos incendios forestales, dejemos de ser un país reactivo y se invierta lo necesario para estar preparados. Si bien era mucho mejor que contáramos con las herramientas para reaccionar antes de que estos se transformaran en una emergencia, lamentablemente no fue así.

En la orgánica de las coordinaciones interinstitucionales se ha ido avanzando, pero todavía queda mucho por avanzar, especialmente en nuestra región. Ojalá que estas nuevas emergencias nos hagan aprender la lección a tiempo, y que el cambio climático global no nos traiga sorpresas.

"Es necesario, que tras estos incendios forestales, dejemos de ser un país reactivo y se invierta lo necesario para estar preparados".