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No vidente cumplió su sueño de ser carabinera por un día

Madre concretó el deseo de su hija. Desde que estaba en la escuela quería pertenecer a la institución. Durante 24 horas fue parte de la Primera Comisaría.
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En pocas palabras Andrea del Carmen Soto Figueroa de 31 años, es una mujer que sólo irradia felicidad, un ejemplo para muchas personas. Es no vidente de nacimiento y tenía un sueño desde que iba en la escuela, ser carabinera.

Contó que periódicamente visitaban su establecimiento carabineros a dictar charlas preventivas y desde ese entonces, comenzó a sentir un gran aprecio por la institución de las "Carabinas Cruzadas", convirtiéndose en un anhelo el poder vestir el verde uniforme; pero sabía que eso era algo casi imposible, hasta este jueves que cumplió su sueño gracias a su mamá.

El deseo de Andrea era conocido por toda su familia y especialmente por su madre, Cecilia Figueroa, la cual decidió acercarse a Carabineros, recibiendo la tan alegre noticia que su hija sería investida como una funcionaria más en la Primera Comisaría. Ambas , no ocultaron su emoción por la experiencia que permitió que la joven, no solo vistiera el uniforme, también patrullara las calles junto al personal de la Oficina Comunitaria de la Unidad.

Historia

La génesis de esta historia, surgió cuando la madre de la joven, concurrió hasta la comisaría ya que le habían contado que Carabineros realiza la labor, "El sueño por un día"

La mujer llegó hasta la Oficina Comunitaria, donde le relató el anhelo de su hija a la sargento 1ro. Miriam Gacitúa. La idea de Cecilia era cumplir el sueño de Andrea para su cumpleaños, pero no se pudo concretar.

Sueño hecho realidad

La petición de Cecilia no se quedó guardada en carpeta o se quedó en una petición, sino que Carabineros decidieron hacer un regalo muy especial a la madre en su cumpleaños. Fue así que personal de la Oficina Comunitaria, llegó hasta su domicilio para vestir a Andrea, peinarla y convertirla en carabinera por un día.

"Estoy muy feliz y emocionada por mi hija. Desde niña soñaba con este día. Ella tiene un padrino que fue funcionario en esta misma Comisaría, y nunca pensamos que estaríamos aquí para verla vestida así. Me gustaría que nunca se sacara este uniforme", expresó Cecilia.

Sin límites

Andrea tiene 31 años y la falta de visión nunca fue un impedimento para desarrollarse y trabajar hasta alcanzar sus metas, expresó su mamá. Contó que ella también ha realizado cursos para aprender masajes de relajación.

Andrea es una mujer muy activa y de esfuerzo que a pesar de la adversidad, ha sabido salir adelante y se ha convertido en el pilar fundamental para sostener a su padre y madre.

"Creo que ese espíritu es el que la motivó a querer ser una carabinera y servir a los demás. Nosotros estamos felices que ella sea parte de nuestra familia institucional y desde hoy, las puertas de esta comisaría están abiertas para que nos visite cuando quiera", señaló la sargento Gacitúa.

Por su parte, Andrea reconoció estar feliz y muy agradecida. Recuerda que desde muy niña, conoció junto a su escuela, el Grupo de Formación de Carabineros. Desde ahí sintió una admiración por ellos y aprendió a respetar la tarea que realizan.

"Es una labor muy hermosa la que hacen y creo que las personas muchas veces no la valoran. Si yo hubiese tenido buenos mis ojos, hubiera pertenecido a esta institución, porque para mí, es una excelente labor la que aquí se realiza", señaló Andrea.

Como toda una carabinera, recorrió la Guardia de la Comisaría, conoció y saludó al comisario (S), capitán Ariel Valenzuela, quien la recibió y le dio la bienvenida a la unidad policial. Andrea de esta forma, dio por cumplido su sueño de vestir el uniforme verde por un día. Expresó que nada es imposible y todo lo que uno desea se puede cumplir.