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En El Laucho puede veranear y darse un cariñito

Masajes incluyen técnicas de reiki, reflexología y digitopuntura.
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Imagine el siguiente panorama veraniego: Ir a la playa, sentir la brisa marina, el ruido de las olas y disfrutar de un masaje en la espalda, en la cabeza o en el cuerpo entero ¿relajante, no?

Desde hace siete años, SauLyn Silva tiene su puesto de masajes en playa El Laucho. Este emprendimiento surgió de la idea de entregar un servicio de relajación distinto, en un lugar de esparcimiento y donde además de disfrutar del sol y el mar, los veraneantes pudieran darse un gustito.

Los comienzos no fueron fáciles. Empezó con un toldo y una colchoneta a ras de arena para ofrecer los masajes. Hoy, posee un local, una camilla y el apoyo de dos colegas con las que se divide los turnos. Además, brinda atención todos los días en época veraniega.

"Conseguimos el permiso para seguir funcionando todo el año, los fines de semana y festivos, así que estamos felices", comentó.

Dentro de la variedad de masajes que ofrece están los relajantes, los descontracturantes y los holísticos. Además, complementa el servicio con reiki, reflexología y digitopuntura. Técnicas que reactivan la energía.

"Lo que más realizamos son masajes descontracturantes porque las personas viven con muchas tensiones, las que se acumulan en la espalda", contó.

LA VOZ DEL VERANEANTE

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Carlos Cruz, veraneante. "Vale la pena darse un gustito"

Carlos Cruz es padre de dos niños de 5 y 7 años. Fue a pasear a El Laucho con ellos y su esposa, Sofía. Mientras los pequeños se entretenían en la arena, decidió ir por un masaje al local de SauLyn.

"He venido un par de veces y de verdad que vale la pena darse un gustito de vez en cuando. Uno vive ocupado, con la cabeza en el trabajo y las preocupaciones, por lo que un masaje no viene nada de mal", dijo.

El preferido de Cruz es el descontracturante, que tiene una duración de 30 minutos.

"Llego con la espalda adolorida, tensa. Pero al salir de acá se nota el relajo. El ruido del mar ayuda a relajarse".