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La historia del libro que revela cómo nos influyó el Estado Inca

Calogero Santoro, académico de la Universidad de Tarapaca, publicó libro que revela cambios en las comunidades del norte de Chile tras la expansión del Estado Inca.
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Jennifer Lazo Vergara

Calogero Santoro, es académico de la universidad de Tarapacá, explicó que la obra esta hecha con varios autores y él es uno de ellos, pues se le otorgó un capitulo relacionado exclusivamente al territorio del norte de Chile. El coautor comentó que el libro habla sobre cómo afectó la expansión del Estado Inca a las comunidades que habitaban lo que hoy se conoce como el territorio de Chile, en su caso específicamente en la región de Arica y Parinacota. Cambios en la dieta, en la forma de vida y también en la economía y la cosmovisión son parte de los diferentes procesos que ocurrieron en los distintos lugares de la ocupación según el investigador.

El académico señaló que fueron sociedades que lograron desarrollar una identidad propia, plasmada en parte en las formas y diseños iconográficos de la cerámica, los tejidos, en el patrón de asentamiento, en su economía mixta de agricultura y recolección marina, y en los ritos funerarios.

"El libro es una obra colectiva y corte científico, se buscó escribir en un lenguaje sencillo con el fin de que cualquier lector pueda comprender la historia. Las personas muchas veces creen que los arqueólogos no reconstruyen historia, pero este libro evidencia lo contrario" dijo Santoro.

El arqueología además afirmó que " debemos recordar que hace 14 mil años no se conocía la escritura, por lo que la única manera de conocer la historia es a través de los vestigios arqueológicos".

Respecto a la relación directa que tiene el libro con la región explicó "Los pueblos originarios, todos ellos son herederos o forman parte de la historia con todos sus matices".

Igualmente afirmó que a pesar de que América es un continente aislado las investigaciones muestran que hubo una conexión previa con otros continentes antes que los europeos.

El profesor e investigador contó que la construcción del texto fue ofrecida por los editores de Oxford, donde entregaron las opciones a cada uno de los colaboradores de escribir sobre sus temáticas específicas, donde él escogió hacerlo sobre la región.

La obra

El texto evidencia muestras que, más que intercambios de productos entre los grupos que habitaban la costa y los que vivían en los valles de la región, cada grupo trataba de tener control o acceso directo a los diferentes ecosistemas productivos de ambos sectores geográficos.

"Esto habría implicado que el tránsito entre los distintos ambientes debió estar sujeto a acuerdos políticos, arreglos matrimoniales, negociaciones económicas, pero también desacuerdos que pudieron derivar en peleas entre los grupos humanos que iban de un lado a otro", explica Santoro.

Influencia de los incas

Sobre la influencia y expansión del Estado Inca Santoro explica que alcanzó ciertamente el norte de Chile, lo que dio inicio a procesos de cambios en las sociedades de agricultores y pescadores. Uno de los principales sucesos fue su incorporación como fuerza laboral para que produjeran y trabajaran para el Estado Inca.

"Los incas no usaban el impuesto o la entrega de productos para financiar sus operaciones. Los grupos sociales incorporados al sistema debían contribuir con cuotas de horas/hombre de trabajo que quedaban a disposición del Estado, lo que a su vez lo encauzaba hacia tareas productivas, defensivas y ceremoniales.

Es decir se hacía de todo, con gente que era destinada a labrar la tierra, otra que hacía orfebrería, cerámica, o soldados del ejército estatal. En la lengua quechua este mecanismo se llamaba mit'a" explicó .

Los estudios de Santoro, como en otros lugares de los Andes, lograron mostrar lograron afirmar que sí hubo influencia del Estado Inca en el la región y que se vio reflejada en la incorporación de oficios como la hilandería, una actividad que no se realizaba en los valles.

"No hay evidencia de hilandería, como actividad generalizada, previo al Estado Inca, lo que contrasta con el amplio uso de tejidos de fibra de camélidos, cuyas piezas debieron llegar por la vía de los intercambios interzonales. En el Estado Inca la demanda de fuerza de trabajo para el trabajo textil fue una las prioridades, por lo que mucha gente era ocupada para ello" explicó.

El Salario

Alimentarlos, vestirlos, proveerle de los instrumentos y materias primas para realizar su trabajo era la forma de pago que el Estado Inca utilizaba. Santoro explicó que toda esta provisión no provenía directamente de las arcas fiscales de los Inca, sino que eran parte de los productos generados por los comuneros.

Finalmente Calogero Santoro se reconoce como un ariqueño adoptado, pues llegó a la ciudad en 1976 y ha ejercido por 41 años su labor de académico en la Universidad de Tarapacá.

"He hecho mi vida en la región y mis investigaciones en ella por lo que me enorgullece que hoy pueda darse a conocer estos estudios a nivel internacional".