El Bombardeo a Valparaíso de 1866: luces y sombras de guerra
Han pasado 150 años del brutal ataque en manos de las fuerzas armadas españolas sobre el principal puerto del Pacífico (en esa época). El escritor Alfredo Palacios Roa, nos brinda novedosas imágenes de su última obra histórica.
08:45 horas. 31 de marzo, 1866. "Estoy situado arriba de un cerro, detrás del convento de los padres franceses, donde tengo un telescopio a mi disposición para observar a los buques. Ahora se acercan a la orilla del mar, como si observaran las bocacalles para ver si hay cañones que vengan a hacer fuego. La Numancia se ha colocado frente a la estación, la Blanca retrocede del Almendral al puerto, igual la Villa de Madrid.
09:45. La Resolución rompe el fuego contra la tercera y cuarta sección de los almacenes fiscales, y la detonación de sus cañones no alcanza a apagar el ruido de 'los vivas' en que han prorrumpido en todos los cerros de la ciudad. La cuarta sección (que es la última antes de llegar al dique de Duprat) sufre casi todos los fuegos. Algunas balas van a dar al cerro al pie del desmantelado castillo de San Antonio. Van veinte disparos.
11:44. La Resolución hace fuego a la estación; como 12 disparos. En los almacenes sigue el incendio. Todo el Almendral y el puerto están cubiertos de humo. El incendio; espantoso en ambos puntos…".
El crudo relato corresponde a parte de una detallada cronología del libro "El Bombardeo a Valparaíso de 1866", de Alfredo Palacios Roa. El 'minuto a minuto' (versión pluma y telégrafo), de alguien que se refugió en los cerros para ser testigo vivencial.
Previa, al resguardo
Santiago, 29 de marzo de 1866. José Joaquín Pérez, Presidente de Chile. Conciudadanos: "El bombardeo de Valparaíso será el escándalo del mundo en el siglo XIX. El asolamiento de una plaza comercial desprovista de muros que protejan y cañones que la defiendan, importa un atentado contra la civilización. Nuestros enemigos tendrán una vergüenza de haber destruido villanamente almacenes, fábricas, ferrocarriles, telégrafos, edificios públicos y particulares en el floreciente puerto del Pacífico, donde todos los extranjeros, incluso los mismos españoles, encontraron hospitalidad y protección.
Hemos combatido notablemente: en las aguas de Papudo obtuvimos un triunfo espléndido (1865, Guerra Hispano-Sudamericana). De Abtao huyeron tristemente nuestros enemigos y ahora buscan venganza ensañándose contra las paredes de una ciudad que no puede oponer resistencia a una escuadra que la cañonea de lejos para derribarla. ¿Es ésta la prueba que viene a darnos de la antigua arrogancia castellana y de la virilidad de la España moderna que está haciendo ahora alarde de tener una historia que relata en cada página de gloria?".
150 años después, pocos recuerdan en Chile -y Valparaíso- que el país enfrentó al segundo conflicto internacional como nación independiente (recordar guerra contra Confederación Perú - Boliviana).
Esta vez, en 1865, se inició la llamada "Guerra con España", una alianza peruano - chilena, que se vio enfrentada a intereses hispanos, principalmente económicos, que la nación ibérica pretendía recuperar en el Pacífico.
Y así lo entiende Rodrigo Moreno, profesor titular de la Universidad Adolfo Ibáñez y miembro de la Academia Chilena de Historia. "Por parte de los aliados, junto al espíritu solidario de Chile frente a la poco afortunada agresión española en las islas Chinchas del Perú, se revivían recuerdos de la emancipación. Por ende, un sentimiento de resistencia hacia España, la que hacía sólo poco más de dos décadas había reconocido la independencia del país".
La guerra, si bien tuvo momentos que Chile convirtió en memorables, como el combate de Papudo, que significó la captura de la goleta protegida española "Virgen de Covadonga", y el combate de Abtao, en donde se enfrentaron las escuadras enemigas, aunque con resultado incierto, el episodio más importante de la guerra fue también el más desastroso: El Bombardeo a Valparaíso.
Día D: ¡2500 proyectiles!
La víspera del crimen, según la prensa (La Patria, 1 de abril de 1866).
-La noche. A toda luz de la clara de luna, se veían los piquetes de tropa a ocupar sus campamentos respectivos en las calles y plazas. El resto de habitantes, tanto nacionales como extranjeros, se entregaron temprano al descanso.
-La mañana. La línea de defensa se dividirá en tres secciones: la primera, desde los almacenes hasta la Plaza del Orden, bajo el mando del coronel Justo Arteaga; la segunda, desde la Plaza del Orden hasta la Victoria, bajo las órdenes del coronel Erasmo Escala; y la tercera, desde la Plaza de la Victoria hasta la estación del ferrocarril central, al mando del teniente Víctor Borgoño. Todos estos jefes junto al comandante general de armas, coronel Vicente Villalón, recorrerían los cantones.
Los cuerpos que formaban la guarnición de Valparaíso fueron de 4000 hombres: Batallón 1 de línea. Id. 10º de id. Brigada de Marina. Batallón cívico de Valparaíso. Batallón cívico número 1 de Santiago. Voluntarios rifleros de Valparaíso. Voluntarios Bomberos de Santiago. Artillería de línea. Artillería cívica de Valparaíso. Cazadores a caballo. Caballería cívica de Valparaíso. Brigada de Policía de Valpo.
El almirante español Casto Méndez Núñez se vio obligado, por su gobierno, a bombardear al primer puerto chileno; la puerta comercial de Chile. Así, sus buques tomaron posición a las 8:00 horas para iniciar la acción punitiva 1 hora después propinando un fuerte castigo, hasta pasado el medio día, con las fragatas Blanca, Villa de Madrid, Vencedora, Resolución y el poderoso blindado Numancia.
El fuego artillero cayó, en relato (de 1866) del almirante Francisco Ghisolfo Araya y recuperado por Bomberos de Valparaíso, "sobre el populoso barrio de la Planchada, sector ocupado hoy por las calles Serrano y contiguas, abarcando la estación de ferrocarriles y la Intendencia (Plaza Sotomayor)". Así destruyeron almacenes de aduana, edificios públicos y el centro comercial, que quedaron convertidos en una inmensa hoguera. Al final, 3 muertos y 10 heridos. Fecha a no olvidar.
El autor y su libro
Alfredo Palacios, nacido en Santiago, tiene 36 años. Desde hace dos, imparte clases en la sede viñamarina de la UAI. Con respecto a su obra 'El Bombardeo de Valparaíso de 1886', se gestó hace 5 años cuando se encontró con distintos grabados en diversas bibliotecas del mundo. Pero, acota, no estaban con derechos de utilización. Así se las ingenió para reunir las imágenes.
"Siempre tuve la inquietud con las catástrofes, balas y las guerras", asegura. De hecho, su tesis doctoral estuvo referida a los terremotos en Chile.
En 2006 tuvo la oportunidad de ir a Madrid. Allá se topó con manuscritos referidos al bombardeo. "Hay que compilarlo y darle una vuelta", se dijo.
En el intertanto, en 2014, publicó un libro sobre el incendio de la Iglesia de la Compañía de Santiago. "En 30 minutos, se produjo el deceso de 2500 mujeres". También la Historia Ilustrada de los Medios a los Terremotos. O el cómo los medios informan acerca de los sismos.
Con respecto a su último libro, afirma, ya bajo análisis, hubo un esfuerzo fraternal junto a Perú para responder a un solo enemigo: España, quienes pretendían recuperar viejos intereses coloniales a Lima. Chile, al apoyar al vecino país, "se ve involucrado en una guerra donde no tenía arte ni parte".
"El Bombardeo fue feroz. Deja poca huella de una ciudad hermosa y dinámica en esa época como Valparaíso, que ya había sufrido con el terremoto de 1822. En 40 años, se levanta: fue uno de los emporios más importantes de América y revestida con elegantes casas que fueron destruidas en 1866", dice.
El libro tiene una mirada amplia y poética. Son 40 imágenes, muchas de revistas extranjeras. Hubo que conseguir permisos en diversas bibliotecas. "Algunas del Museo Histórico de la Armada y otras del Museo Histórico Nacional. También de particulares".
Al leerlo, se aprecian capítulos notables. Como el 'minuto a minuto', un telegrama que se reproduce en forma íntegra: un vecino escribe desde los primeros bombazos hasta que concluye con la retirada de las naves mar adentro. "Algo similar a lo que hoy ocurre con las redes sociales; info al minuto".
Lo que viene para Alfredo Palacios: seguir con el tema de las catástrofes. "Me he abocado al siglo XIX. Ahora me gustaría enfocarme en el XX...".