La conmemoración del Día Mundial de la lucha contra el Sida realizado esta semana, dejó un panorama poco alentador para nuestra región. De hecho, se trata de una relación preocupante del avance que tiene esta enfermedad en la zona y lo necesario que es hoy tomar medidas, que parten principalmente por asumir esta enfermedad con conciencia y responsabilidad.
La realidad fue calificada como "preocupante" por parte de la autoridad regional de salud, destacando el hecho de que nuestra región es la que presenta mayor tasa de contagios en todo el país. Durante el año pasado fueron notificados 45,2 nuevos casos por cada cien mil habitantes, proporción que supera a la que se conoce en el resto de Chile.
Los casos acumulados desde 1990 al 2015 en la Región de Arica y Parinacota, ascienden a 973. En lo que va transcurrido de este 2016, van 97 nuevos casos, de acuerdo a cifras preliminares. Con esto, el número de casos acumulado de 1990 a la fecha ya es de 1070 personas.
Estos números, fríos y reveladores, dicen en el fondo que el Sida se mantiene vigente. Que no es aquella escandalosa enfermedad que apareció en los '80 y que se relacionaba casi exclusivamente con ciertos segmentos.
No hay nada peor que confinar el VIH, eludiendo la educación y la conciencia que debe existir respecto de este mal que a la luz de los hechos, no ha detenido su avance. Una de las preocupaciones que existe tiene que ver con el avance de la enfermedad en los jóvenes. Existe la percepción de que la mirada hoy respecto a la sexualidad es más liviana que cuando recién comenzó a conocerse este mal.
Esto, a pesar que la sexualidad, por ejemplo, ya no es un tema tabú en las familias y existe una mayor apertura para abordar este y otros aspectos relacionados con los contagios de VIH.
Es por eso que el diálogo y la educación se deben reforzar. Así como en un momento este diálogo y la misma educación permitieron derribar mitos, hoy es tiempo de nuevamente relevar una enfermedad que a todas luces no se ha dormido, está al acecho y avanza.