Del dolor al honor
La tragedia aérea del club deportivo Chapecoense del fútbol brasileño, ha impactado al mundo entero. La globalización y el rápido acceso a la información no sólo permitieron conocer el horror de un hecho tan impactante en muy poco tiempo, de manera casi instantánea, sino que también ha expuesto otros alcances de los cuales el planeta ha sido testigo.
No sólo la magnitud del accidente que costó la vida a 71 pasajeros -19 de ellos jugadores del club- ha conmocionado al mundo; también sus circunstancias, el contexto y sus consecuencias. Precisamente, los efectos que ha tenido han llamado la atención y han cambiado la mirada que existe del fútbol como competencia y rivalidad, cuando un desastre lo golpea. La primera señal fue la voluntad de coronar campeón al Chapecoense, en un gesto tan lógico como noble. Sin embargo, los mayores actos de grandeza comenzaron a verse en el corazón del fútbol, en los hinchas, quienes en otras ocasiones son el centro de las críticas que se hace a esta actividad, debido a rivalidades.
En Medellín, los fanáticos llegaron al Estadio Atanasio Girardot para rendir un homenaje al club de Chapecó y a sus hinchas, mientras que lo mismo se hacía en la ciudad brasileña. Aficionados colombianos usaron por primera vez una camiseta de un equipo rival, precisamente para entregar su respeto a quienes no pudieron demostrar su valor deportivo en la cancha.
El miércoles, en el estadio Monumental, el tenor Tito Beltrán se sumó a los homenajes, junto a los hinchas de Colo Colo y la Universidad Católica, con un lienzo incluido. En Europa se dedicaron goles, minutos de silencio y reflexiones. Y así, una a otra se fueron sucediendo las muestras de la grandeza que aún tiene este deporte, una grandeza que se deja ver en la importancia que se da al ser humano, relevado por sobre un trofeo. Evidencias de que los escudos, las copas, los títulos pasan a un segundo plano cuando de la vida de personas se trata.
En medio de la pena infinita de una catástrofe como la del Chapacoense, asoman también los aspectos más nobles que aún guarda en su espíritu el fútbol.