A comienzos de noviembre, el diputado Andrade, presidente de la Cámara Baja, estuvo en La Habana. Por lo sabido, no hubo encuentro con Fidel. De haber sucedido, cuánta difusión habría habido. Hoy ha vuelto, como integrante de la delegación que el Gobierno envió a Cuba, por la muerte del dictador "bueno". Deberá conformarse, como el resto, con el saludo protocolar -besa mano- a su hermano Raúl -presidente de la Isla-, y mirar de lejitos la cineraria, porque no da para más, considerando la cantidad de dignatarios y delegaciones -"de todo el mundo"- asistentes, aunque se esperaba muchísimo más. ¿Un encuentro con la familia directa: viuda o pareja afligida, e hijos? "Nones-capeles-nones". En este plano político, allí no cuenta. ¿Machismo? Acá en Chile no deja de llamar la atención el silencio -debido al profundo dolor tal vez- de las jóvenes compañeras Karol Cariola y Camila Vallejo -hoy diputadas-, quienes el miércoles 4 de abril de 2012, cuando -como secretaria general, la primera, y miembro del Comité Central de la JJ.CC, y vicepresidenta de la Fech además, la segunda- asistieron a los actos por los 50° Aniversario de la Unión de Jóvenes Comunistas, y fueron recibidas por el "Comandante en Jede de la Revolución Cubana". Ecoicos fueron los dichos de Vallejo a "Cubadebate": "Fidel nos invitó a conversar con él. Para nosotros lo que diga, reflexione, lo que nos señale, es como una carta de ruta. Todas las reflexiones que haga Fidel constituyen luz y esperanza para Chile". No es difícil imaginar el desconsuelo de estas chiquillas, que bien podrían ser sus "nietas", como "padre" fue para Hugo Chávez, y como "hermano" es para Evo Morales. ¡Que Dios les dé resignación y fortaleza! Amén.
Jorge Saavedra Moena