Gendarme ofrecía de todo en Acha, incluso extensores de pene
El Ministerio Público reformalizó a un gendarme (hoy desvinculado) y formalizó a siete internos de la cárcel de Acha, tras una investigación que apuntó a que el primero abastecía al resto con drogas, aparatos electrónicos como celulares y chips, y hasta extensores de pene.
El proceso judicial estuvo a cargo del fiscal Patricio Espinoza, cuya indagación arrojó que por meses, y hasta mediados de año, el sargento segundo ingresó los ilícitos al penal, los que eran solicitados por internos a cambio de un pago.
Ayer se conocieron antecedentes como el registro de cámaras que acusaban al imputado, quien finalmente fue reformalizado por los delitos de cohecho, tráfico y microtráfico.
El ex gendarme fue formalizado junto a nueve internos que ya cumplían condenas por diversos delitos.
Así se estableció que uno de los internos formalizados ayer -que cumple condena por violación- le solicitó una bomba para agrandar el pene, entre otros encargos, siendo formalizado por cohecho.
La indagatoria estableció que el 2 de diciembre del año pasado, el funcionario ingresó al complejo dos bolsas en las que ocultaba droga y especies.
Ya en el interior, entregó una de las bolsas a un interno dejando la otra sobre un parlante, la que minutos después fue retirada por otro recluso, quien posteriormente fue detenido con paquetes adosados a su cuerpo incautándole tres teléfonos celulares con sus respectivos cargadores, cables USB y un envoltorio con 31, 6 gramos de marihuana y pasta base.