Este miércoles 23 de Noviembre del año en curso, su digno diario publicó mi carta titulada "Obras sin concluir".
Pues bien, posterior a dicha publicación la entidad responsable tomó "cartas en el asunto" y al día siguiente trabajadores procedían a reacondicionar las soleras para pavimentar los tramos denunciados sin concluir.
La observación y reclamo surtió efecto y agradezco al Señor Director de este diario haberla publicado y, también a la entidad que procedió prontamente a la solución, esperando que a futuro sean más prolijos y exigentes en el término de las obras encomendadas.
Que los hay, Garay, los hay
Con el asombro de quienes crecimos en eso del honor personal a fuego, observo al que dícese economista Rafael Garay. Un niño símbolo de los cara de palo. Aquellos que a rostro descubierto se ensañan y claman no ser culpables de nada. De suyo, son capaces de convencernos que es la gente de a pie la culpable de sus estafas mercantiles.
Como él, veo a alcaldes coludidos con palos blancos de la basura mostrando su amplia sonrisa en los propios tribunales. A un ex candidato presidencial, hoy formalizado, que cual blanca paloma viajaba en avión personal, negando con rabia su venta de conciencia al propio yerno de Pinochet.
Y hasta un ex presidente atrapa millones asociado con una pesquera del Perú, al tiempo que perdíamos soberanía marítima, defendiendo lo indefendible. Era apenas un 0,5% de inversión, minimiza, en realidad aumentó a casi 10% en octubre, como si por poca no fuera en si un hecho deleznable y antipatriótico en tanto primer ciudadano que debe dar ejemplo. Y sobre sus tributos de USD 1700 millones en Islas Vírgenes, nada inmoral dice; es lo mismo que hacerlo en Chile.
¿Porqué no lo hace aquí entonces si tanto ama y es lo mismo? El y su cohorte desdeñan aquello de "O vivir con honor o morir con gloria" (O´Higgins, Batalla de El Roble,1813).
Benito Oliva Miranda
Gaspar Millas del Río