Habitat III
Durante los días 17 y 20 de octubre recién pasado, se realizó en Quito el Hábitat III, organizado por las Naciones Unidas para definir una serie de reformas a aplicar en todas las ciudades del mundo denominada "Nueva Agenda Urbana". Cabe destacar que este evento se hace cada 20 años (lo que arroja una perspectiva de su importancia en la política mundial), razón por la cual más de 30 mil personas, entre las que se encontraban autoridades públicas, miembros de las ONGs de todo el mundo, ambientalistas e incluso representantes del sector privado (empresas de energía, telefonía, concesionarias de transporte público) se dieron cita en este inmenso y transversal congreso. En esta serie de conferencias se trataron, con mayor o menor detalle, los diversos aspectos de "pensar una ciudad" arribándose a un cierto consenso respecto de que los problemas urbanos tienen tal alta complejidad (muchos de ellos solucionables desde el punto de vista técnico y tecnológico) que no puede ser pensada sólo desde la ideología de los partidos políticos. Queda claro que los desafíos que vivimos en esta etapa en que está el mundo no tiene precedentes.
Si bien es cierta la hegemonía política y económica de los gobiernos que, otrora, tuvieron la visión de Estado que permitió impulsar alfabetización, salud y Educación pública, no se puede desconocer que los municipios son hoy las autoridades que se enfrentan cara a cara, día a día, con los problemas de las ciudades, con comunidades de vecinos muy desiguales y cada vez más complejizada socialmente.
No cabe duda que el trabajo de los gobiernos centrales debe ser de coordinación con los municipios para lograr los objetivos, pensando de manera transversal y no vertical, como se ha venido haciendo hasta ahora. Es en ellas, en las ciudades, (¿dónde más si no?) el lugar, el espacio donde se plantea la desafiante relación entre el derecho a crecer y a desarrollarse en un planeta que cada vez es más urbano, ámbito donde se da el nuevo aprendizaje humano con sus nuevas fórmulas de intercambio, competencia, pero también cooperación y solidaridad.