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Danza Butoh invitó a reflexionar sobre la violencia de género

Obra recordó a las mujeres torturadas en dictadura, quienes fueron prisioneras estando embarazadas.
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Tres mujeres que sufren violaciones, golpes, torturas con electricidad y el arrebato de sus hijos desde sus vientres, es lo que se puede apreciar en la Obra Cuerpo Quebrado, una pieza elaborada por la compañía Ruta de la Memoria, donde sin la necesidad de contar con diálogos, se muestra un drama a través de la expresión corporal, visualización de imágenes de la época, melodías y sonidos.

Basada en la historia de tres mujeres reales, Cuerpo Quebrado invitó a reflexionar al público ariqueño sobre la violencia de género y su naturalización en la actualidad.

Reacción de público

Luego de 40 minutos de una sólida actuación que transportó al público a experimentar el sufrimiento de la tortura o la pérdida de un hijo en soledad, se realizó un foro moderado por Ximena Ostria, profesional del Instituto de Derechos Humanos en Arica.

Una de las asistentes del público, tomó el micrófono y manifestó sus felicitaciones a los actores.

"Me siento grata como ariqueña de que se haya presentado esta obra, ya que Chile ha tenido bastante escondido este problema, sólo sale de vez en cuando", comentó con voz quebrada.

Marcelo Arriagada, quien también participó en el foro, manifestó que lograron transmitir "el dolor que se puede equiparar al observar una acto de tortura. Me pareció impactante y me trajo a la mente todos los recuerdos de mis familiares que vivieron esa época, sin embargo hoy en día seguimos viviendo de forma sistemática la herencia de esta dictadura".

Violencia

Ximena Ostria, del INDH, inició el foro enumerando los centros de detención que existieron en Arica.

También hizo una reflexión sobre el contexto de la obra, "la violación a los derechos humanos no ha terminado, ocurre diariamente. Invitamos a reflexionar sobre la naturalización de la violencia hacia la mujer".

La directora y actriz, Natalia Cuéllar, manifestó que se ha naturalizado la violencia de género, "desde la publicidad, desde el lenguaje, en las instituciones y en la sociedad civil. Si bien la obra habla de un hecho ocurrido en dictadura, es contemporáneo porque se ve el cuerpo de la mujer como un territorio político".

El público quedó impactado por la actuación y tras sentirse sensiblemente tocados, más de un asistente preguntó cómo podían trabajar con dicha carga emocional.

Natalia, comentó que no fue fácil, ya que cuando estrenaron hace 8 años atrás la obra, estuvo muy afectada, "me dio una depresión muy fuerte, cuando veía a una mujer embarazada en el metro, se me venía a la cabeza todas las situaciones que vivieron ellas".

Para el montaje, los actores realizaron una investigación en centros de tortura de Santiago, como Villa Grimaldi y Londres 38.