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Olimpiadas de Matemáticas

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Aquí explicaré cómo me sentí antes, durante, y después de las olimpiadas de matemáticas realizadas este año.

El principio es el principio, cuando me dieron la noticia de que sería el líder del equipo A de matemáticas me asombré bastante, no espere que mi buen profesor me invitara para algo tan grande.

Al finalizar la jornada escolar de ese día el equipo y yo subimos entre entusiasmo y risas al auto del profesor Sergio, mientras yo decía cosas respecto a mi vida

Continuando con el tema, en el auto conté parcialmente mi vida a grandes rasgos, y me expresaban la opinión acerca de eso.

Llegamos al aula magna del C.F.T de Tarapacá, estaba tenso, era mi primera vez en una competencia de esta índole.

Cuando empezaron a nombrar a la gente …..Me sentí realmente ofendido al escuchar mi nombre tan mal pronunciado como aquella vez, fue para matarse de la risa ,inconscientemente una parte de mi respondió a este suceso ...Corrigiendo mi nombre en voz alta, bien fuerte para que los presentes no olvidaran quien soy.

Logré relajarme bastante pensando en chistes malos y otras cosas.

Cada segundo en el cual veía a mi equipo arriba del escenario sentía como una presión me invadía hasta que me llamaron.

Cuando me llamaron para comenzar con los ejercicios respiré profundo y me dije: zorro es hora de hacer magia.

Subí, mi corazón estaba a mil, no paraba, mi mente era una máquina, sacaba cálculos a todo lo que daba, cuando terminó sentí que se me hubiera salido un gran peso de encima.

Después de mi participación, los jueces deliberaban, dándose cuenta del quíntuple empate de un total de dieciséis, a los capitanes nos explicaron cómo se arreglaría eso, con un simple juego.

Honestamente, tenía que hacer lo mejor que podía, tenía muchas cosas cruzadas dentro de mí ,una venganza contra un colegio entero al dejarme de lado cuando lo necesité , una gran responsabilidad de lograr dar vuelta el marcador del Juan Pablo II y demostrar de lo que soy capaz.

Luego del desempate hubo una colación y después volvíamos para ver quién de los 5 equipos restantes salía del juego.

Segundos interminables, minutos eternos, nombraron a 3 equipos y en ese momento solo quedaba el Juan Pablo II y el María Montessori, mi objetivo era eliminarlos. Cuando se escucha: y el 4 lugar para… Juan Pablo!!!!! Llegué a gritar de alegría, había logrado eliminar a los que me dieron la espalda, fue tan gratificante.

Luego eran las semi-finales fue rápido y fácil porque el otro equipo no jugó nada, pero la final fue difícil una verdadera batalla, en la cual no pude lograrlo di todo y nos ganaron, pero me fui feliz sabiendo que había logrado más de lo que todos esperaban de último a segundo lugar es un gran paso, y por otro lado logré mi venganza, una revancha, era mi fantasma personal el cual me atormentaba el cual solo le di la vuelta y lo dejé fuera de combate. Ese día fue un buen día.