La historia de la reciente medallista de oro de los Panamericanos realizados en Lima, Perú, Macarena Lecaros Zúñiga (24), partió cuando sólo tenía 11 años de edad.

Según cuenta "yo era chica cuando mi hermano me llevó a la playa y me tiró a una ola grande, me hizo sufrir tanto, pero fue entretenido y lo que me motivó para seguir en el bodyboard".

Ella pertenece al club Flopos donde ha competido en los circuitos locales y nacionales, siempre con gran figuración, surfeando en playa Las Machas, porque "a las mujeres por lo general no las tiran en la ola El Gringo, aunque últimamente sí lo hacen".

Sobre el logro de conseguir la medalla de oro en Perú, revela que no tenía recursos y "Jorge Guillén (dirigente), me dijo que existía una posibilidad que yo fuera y me pagó los pasajes, solamente me tenía que conseguir para la alimentación, y tuve varios auspiciadores que son personas naturales, amigos, conocidos, tíos, que me aportaron, viajando con un presupuesto muy corto, y a pesar de todo me supe organizar".

Pero, Macarena revela que el viaje fue un tremendo sacrificio dado que "me fui de Arica a Tacna y de allí a Lima, todo vía terrestre con cerca de 20 horas viajando para llegar a la competencia".

La medallista de oro expresa que "para llegar fue una aventura, porque en cuanto a la competencia me tenía mucha fe, y cuando pasó todo ya no me importó haber viajado en bus, aunque llegamos un día antes".

La vuelta no fue mejor porque "sentía que merecía más, me dio pena, porque el apoyo al deportista es poco; una a veces va y pide ayuda, y no nos tienen tanta fe y te quedan mirando, pero es difícil traer resultados si no te apoyan, aunque voy a seguir haciendo lo mismo".

El año pasado viajó en avión porque la federación le consiguió los pasajes, pero la alimentación y todo se la consiguió ella "y para eso tuve que ganar un torneo en Ilo; en general todos mis viajes han sido una aventura".

Asimismo, su deporte le demanda esfuerzo extra al tener que compatibilizarlo con sus estudios de enfermería en la Universidad de Tarapacá.

Pero, además de estas dos pasiones, Macarena adora a sus mascotas e incluso ha encontrado algunas abandonadas y ha ayudado a sus dueños a recuperarlas. En cuanto a la competencia propiamente tal, revela que "fue de alto nivel porque participaron México, Argentina, Colombia, Ecuador y de más países, donde todas querían ganar el oro".