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Una escuela donde el anhelo es graduarse y recuperar la libertad

Alumnos de la Escuela E- 93 del Centro Penitenciario de Arica, pese a estar cumpliendo sus condenas, se proyectan al momento en que recuperen la ansiada libertad, tomando cursos y aprendiendo diferentes oficios.
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Sin duda que estar privado de libertad no es para nada atractivo. Sin embargo, cuando las ganas por salir adelante se sobreponen a la reclusión diaria, es cuando esa persona va derechamente a lograr la ansiada reinserción.

Este es el caso de un grupo de internos del Centro Penitenciario de Acha, enclavado en el desierto, a la salida sur de Arica, quienes -a pesar de cumplir condenas- ya se proyectan a la vida laboral que tendrán, una vez recuperada la ansiada libertad.

Ellos son parte de los 431 extranjeros que participan en los diversos talleres ofrecidos por Gendarmería en el centro de reclusión. De este grupo, 352 usuarios pertenecen a la Escuela E-93 "Pedro Gutiérrez Torres", la que trabaja en los niveles de primero a cuarto básico y de quinto a octavo básico, donde se enseñan varios oficios.

Otros 79 usuarios son del Liceo Pukara, que está enfocado en lo técnico profesional.

En este grupo destaca el alumno boliviano, Koreano Torres Choque de 33 años.

El lleva 8 años en prisión y le restan otros dos para salir libre. Para Koreano la vida no ha sido fácil, pero reconoce que "se me presentó la oportunidad de estudiar un oficio y no se puede desperdiciar".

El ciudadano boliviano está en el módulo de diseño de vestuario femenino y tiene claro su objetivo: "una vez que salga de aquí quiero quedarme en Chile".

Otro caso es el de Robert Vizcarra de 56 años.

Hace 18 meses ingresó al Centro Penitenciario de Acha y pese a estar recluido aseguró que estar en los módulos "ha sido como volver al colegio".

Robert estudió en su natal Lima administración de empresas y resaltó que, "siempre he sido bueno para los números, por lo que cuando termino antes las tareas, me pongo a ayudar al profesor con la revisión".

La última motivación es la organización de una obra dramática cultural. "Es verdad que hay pena en algunos momentos y esto me ayuda a relajarme, sociabiizarme e intercambiar palabras", aseveró.

Danitza Cayillahua, de 26 años, es natural de Arequipa - Perú y antes de ingresar al Penal de Acha, estudiaba segundo año de psicología en la Universidad Alas Peruanas.

Sin embargo, en la cárcel su mundo cambió, aunque hoy es alumna destacada del taller de estampado serigráfico.

"Estar en la escuela nos ayuda mucho, ya que paso el tiempo aquí, donde los profesores nos entregan todo su apoyo y principalmente nos incentivan a que nunca es tarde para estudiar".

clases de HISTORIA

El caso del ciudadano peruano Jhan Carlos Chuneta de 26 años, es llamativo, puesto que cada alumno extranjero puede optar por las asignaturas, donde él se interiorizó por la historia chilena.

"Gracias a Dios se me dio la oportunidad de venir al módulo cuando llevaba un año. Estoy en el taller de mueblería, pero me gustó leer la historia del Asalto y Toma del Morro de Arica, desde la perspectiva chilena", dijo en un tono y acento chileno, agregando que "es que aquí se pega po".

Carmen Saravia es de Lima y pertenece al modulo laboral de la Escuela -93. "Llevo cuatro meses aquí y es súper tranquilo. Trabajo en la lavandería y también estudio lengua e historia de Chile. Para nosotras estos talleres nos sirven para pasar el tiempo y aprender un oficio".

PROFESORES

Jonathan Cristi es profesor de la Escuela E-93 dependiente de la Dirección de Administración de Educación Municipal de Arica (Daem) y explicó que, "aquí tenemos diferentes sectores donde trabajar, para acceder a ellos, los usuarios deben tener ciertos requisitos, como es la buena conducta".

Con este requisito pueden acceder a talleres de soldadura, mecánica, vestuario, pintura y desabollado y mueblería.

El profesor dijo que, "la escuela tiene sus fortalezas y debilidades, pero tenemos una visión integradora, debido a la mayor cantidad de alumnos extranjeros".

Por su parte el director de la Escuela E-93 Daniel Astigueta aclaró que, "aquí se alcanza a tener una visión distinta de la vida desde el punto de vista del interno. Nosotros somos un equipo de 20 docentes donde hay profesores con muchas experiencia. El director regional de Gendarmería de Chile, coronel Juan José Navarrete Gamboa, expresó que "si bien como Institución cumplimos la labor de custodia y seguridad de las personas que se encuentran privadas de libertad, también trabajamos por la reinserción social de ellas, y en ese sentido la educación cumple un rol fundamental para que la población penal adquieran los conocimientos necesarios, aprendan oficios y se encuentren en mejores condiciones para insertarse a la sociedad. Los profesores, docentes y asistentes de la educación son esenciales en el proceso de aprendizaje que vive la persona que estando privada de libertad aprende, estudia y termina sus estudios de Enseñanza Básica y Media".

En el Complejo Penitenciario de Arica, existen dos establecimientos educacionales: el Liceo Técnico Profesional de Adultos Pukará, donde se imparten las carretas técnicas de: Electricidad, Productos de la Madera, Vestuario y Confección Textil y Servicio de Alimentación Colectiva y que tiene actualmente 357 alumnos, de los cuales 47 son extranjeros y 310 chilenos.

Asimismo en el recinto penal existe, la Escuela E-93 "Pedro Gutiérrez Torres", que imparte los oficios de: Vestuario, Serigrafía, Mueblería y Electricidad y que actualmente tiene una cantidad de 490 estudiantes, de los cuales 157 son chilenos y 333 extranjeros de diferentes países como: Bolivia, Colombia, Ecuador, Israel, México, Perú, Tailandia y Uruguay.