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Agricultora conoció innovaciones de sus pares peruanos

Dice que hay muchas experiencias que se pueden replicar en nuestra región en el ámbito de la asociatividad, cooperatividad y comercialización.
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Juliana Marca lleva más de 20 años trabajando la tierra 'con pala y picota', como ella misma dice.

Antes de dedicarse al cultivo de hortalizas en Copaquilla, la costura era lo suyo. Un día, su padre le cedió el terreno para que lo trabajara. Ella decidió encomendarse a Dios, y le pidió que si esa era su voluntad, le fuera guiando el camino.

Un tío le vendió una camioneta pequeña, donde trasladaba las lechugas para comercializarlas. Un par de décadas han pasado desde estos inicios, pero Juliana sigue manteniendo el empuje de la mujer emprendedora, que busca superarse y con esto, aportar al desarrollo de su región.

Hoy en día, es presidenta de la comunidad indígena Pukará de Copaquilla. Además, forma parte del Consejo Asesor del Instituto de Desarrollo Agropecuario (Indap).

Hace un par de semanas tuvo la oportunidad de conocer en terreno el negocio de producción y exportación de orégano en Tacna, además de aprender sobre la fabricación y venta de quesos de vaca en Moquegua; experimentarcon el oficio de la categorización de fibra de alpaca en Arequipa y recorrer las grandes extensiones de terreno destinadas a la producción de café en Cusco.

La experiencia fue posible gracias al proyecto "Gira de capturas tecnológicas en el ámbito de vinculación de economías campesinas a mercados de exportación" de Indap. En el viaje por las zonas rurales de estos distritos, pudo conocer más sobre asociatividad, cooperatividad y comercialización, temas que en el país vecino están mucho más avanzados.

Cuenta que viajó representando a la comunidad de Copaquilla y que fue una experiencia realmente enriquecedora.

"Queremos que la juventud empiece a retornar a los pueblos. Tenemos mucho despoblamiento y no tenemos la mano de obra para trabajar las tierras, por ello hay que incentivar a nuestros hijos".

De su experiencia en el Perú destaca el modo organizado que tienen nuestros vecinos para trabajar.

"En una quesería pudimos ver que se trabaja de manera agrupada con los agricultores productores de leche. Ellos se agrupan para vender a un mejor precio".

Juliana, con una mirada crítica, comenta que acá se podría llevar a cabo una iniciativa similar pero que para eso, primero, hay que concientizar a la gente para que exista confianza, respeto y transparencia.

"La asociatividad y el cooperativismo se pueden replicar en la región, aunque siendo honestos, somos egoístas y envidiosos, por eso no podemos salir adelante. Es muy importante trabajar en grupo para alcanzar los objetivos", señaló.

Un apoyo diferente

El viaje de prospección le permitió interiorizarse de la experiencia de Sierra Selva Exportadora, entidad que depende del Ministerio de Agricultura y Riego del Perú y que apoya con asesoría técnica y gestión comercial los emprendimientos de agricultores, campesinos e indígenas del sector andino de los departamentos del sur del Perú.

"Nos llamó la atención que en Perú no reciben subsidio monetario de parte del gobierno. El apoyo que les dan tiene que ver con profesionales que los asesoran para sacar adelante su negocio y realizar exportaciones", dijo.

La agricultora también destacó que en Perú las mujeres son tremendamente emprendedoras y temerarias.

"En Arequipa vimos una quesería que estaba a cargo de una mujer que con sus propios recursos saca adelante su empresa. Son ellas las que trabajan, emprenden y avanzan".

Por otro lado, dice que conocieron la experiencia de Limatambo, donde el alcalde se ha preocupado de los agricultores apoyándolos con recursos municipales.

"Gracias a esta gestión hoy ellos están exportando. Acá no tenemos ese apoyo en las comunas rurales, quizás porque no hay demanda de los pobladores. Pero sería bueno implementar algo similar para que la gente pueda vivir del trabajo de la tierra".

Otra iniciativa destacable que pudo palpar en terreno fue la producción orgánica.

"Nuestros vecinos peruanos son muy trabajadores, tienen muchas iniciativas. Acá somos muy cómodos. La producción orgánica, por ejemplo, sería un ejemplo digno de seguir porque acá nuestros alimentos están llenos de pesticidas y después aparecen las enfermedades", concluyó.