Alemán, un idioma sin Fronteras
Soy Johan Pérez Vargas, tengo 16 años, estudiante de 2º año medio del Colegio Alemán de Arica, el año pasado gané una beca para participar en un campamento alemán llamado Südamerika- PASCH-Jungendcamp organizado por PASCH y el Goethe Institut en Manaos, Brasil, donde participaron 55 alumnos y alumnas de distintos países, Perú, Bolivia, Argentina, Chile, Colombia, Brasil, Uruguay, Paraguay, Venezuela y Ecuador.
El 20 de Octubre del año pasado, siendo las 01:20 AM me embarque en el avión rumbo a Santiago, una vez allí esperé tres horas para tomar el vuelo a Sao Paulo. Llegue a las 11:30, tuve que esperar ocho horas solo en el aeropuerto, sin entender casi nada, algo nervioso y con mucha calor compré algo para comer y recorrí el lugar. Llegada la hora del vuelo, me embarqué y partí rumbo a Manaos, al llegar me esperaba una delegación de la organización del viaje, me llevaron al hotel en el que nos quedaríamos, donde me esperaba el resto del equipo de PASCH y El Goethe Institut, hice el check in correspondiente, me entregaron un mochila con distintos implementos que utilizaríamos durante el campamento y por ultimo me mostraron mi habitación la cual debía compartir con otro participante.
Al siguiente día se realizó la presentación oficial del equipo y nos distribuimos en los talleres que cada uno había elegido, el resto del día estuvo lleno de actividades con las cuales pudimos conocernos mejor entre todos los participantes.
A la siguiente mañana nos fuimos del hotel para irnos a la playa y embarcarnos en tres barcos típicos de la zona donde estuvimos seis días a bordo navegando por el Rio Negro, fue toda una aventura.
La rutina diaria era levantarse a las 6 AM cuando el sol calentaba como si fuera medio dia, luego tomar desayuno, separarnos en los distintos talleres para realizar actividades a bordo o en tierra, nos bañábamos en medio del rio, luego almorzábamos, volvíamos a dividirnos en los talleres o nos daban tiempo libre, algunas de las actividades extras que hacíamos era bajar a conocer el lugar o dormir en medio de la selva, la que hicimos solo una vez. Pero mi favorita era cuando todos nos reuníamos en la noche a conversar en donde compartíamos nuestras culturas, jugábamos, cantábamos y reíamos. Formamos grandes lazos de amistad que aún siguen vivos mediante un grupo de Whatsapp y Facebook.
Al llegar el último día regresamos a la ciudad para recorrerla, comprar algunos recuerdos y prepararnos para la cena de despedida. La cual fue un momento muy especial, donde recordamos todas las cosas que hicimos juntos durante el viaje.
Llegó la hora donde un parte del grupo debía irse, los sentimientos les ganaron a muchos y los hizo llorar . El resto regresamos al hotel a esperar la hora de salida de cada uno. Al llegar la hora de irme, me reuní con las otras personas que eran de Chile y nos llevaron al aeropuerto para embarcarnos en el avión rumbo a Santiago, una vez ahí tuve que esperar varias horas hasta llegue a Arica a las 02.30 AM del día 27 de Octubre del 2015.
Las cosas que sentía al momento de irme de Manaos eran muy confusas, estaba feliz de haber vivido esa experiencia donde conocí a maravillosas personas pero a la vez tenía ganas de llorar porque no las volvería ver. Es increíble como personas que al comienzo eran totalmente desconocidas en tan poco tiempo llegaron a tener mi cariño y amistad, sin duda nunca las olvidaré.
Este viaje siempre formará parte de los recuerdos más bonitos que tengo en mi vida, ya que compartí con personas de diferentes países y culturas que a pesar de ser distintos en muchas cosas nos une el alemán, debo agradecer a mi colegio y a PASCH junto al Goethe Institut por elegirme para vivir esta gran experiencia, y espero que otras personas al igual que yo tenga esta oportunidad que gracias al alemán podemos vivir.