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Repelió a encapuchado que intentó asaltar su negocio

Joven de 21 años fue detenido por la PDI, junto a una pistola a fogueo con la que quería perpetrar el delito.
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"Miraba la pistola y me decía entre mí 'será de verdad' y no lo inflé. Luego volvió a exigirme la plata y ahí tomé una silla de metal y la estrellé contra el mesón. Tras eso el delincuente salió arrancando", relató Genoveva Adasme Mejías, dueña del conocido "Cuchi Cuchi de Los Pobres" de avenida Edmundo Pérez Zujovic, en la población Tierras Blancas y que la noche del 28 de septiembre sufrió un asalto a mano armada, el que frustró por sus propios medios.

Los hechos ocurrieron a eso de las 21.10 horas cuando, según el relato de la afectada, no había otras personas.

"Yo miraba mi celular cuando de repente un desconocido encapuchado aparece en el mesón, sosteniendo una pistola con la que me apuntó y me pidió el dinero", contó Genoveva Adasme.

Tras repeler al delincuente, fuera del local comercial se inició la segunda parte de la historia.

"Cuando salía le grité 'maldito desgraciado' y fueron esos gritos los que alertaron a un funcionario (de la Brigada de Investigación de Delitos Sexuales de la PDI), que llegaba al lugar, el que salió en persecución de él y un segundo individuo que esperaba en las afueras", detalló la comerciante del sector norte.

DETENCIÓN

El asaltante fue detenido minutos después por el funcionario de la Brisexme, José Fuenzalida, el que inmediatamente solicitó el apoyo de la Brigada de Robos, cuyos efectivos finalmente lo llevaron al cuartel policial.

Se trataba de un joven de 21 años con un extenso prontuario policial y que quedó en prisión preventiva. Junto a la detención también se encontró el arma, que correspondía a un revólver a fogueo.

Genoveva Adasme aclaró que "nunca me sentí asustada. De hecho hace tres años me asaltó un encapuchado que me puso un cuchillo en el cuello. En esa ocasión denuncié los hechos, pero nunca supe lo qué pasó con el caso".

Dictamen judicial causó molestia de familiares

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El Tribunal Oral en lo Penal determinó ayer la prisión, en dependencias de la Gobernación Marítima, para el funcionario de la Armada Francisco Caniguante, condenado por el atropello y muerte del ciclista Fernando González, el 25 de abril del año pasado.

En primera instancia, la justicia había dictaminado la libertad a cambio del pago de 25 millones de pesos, lo que fue revocado el domingo, en la lectura de sentencia del acusado, a un año de presidio y 4 de libertad vigilada.

Ayer, la familia se mostró indignada porque Caniguante, al ser aún funcionario de la Armada, cumpla la privación de libertad en dependencias de la Gobernación Marítima y no en la cárcel de Acha.

Llevaba ocultas 200 mil cajetillas de contrabando

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En 7 millones de pesos fue avaluado un contrabando de cigarrillos incautado por personal de la SIP de la Cuarta Comisaría Chacalluta, en el sector de las rutas A-191 y A-143, en el valle de Azapa.

En el lugar fueron detenidos dos ciudadanos, un chileno y una boliviana al ser fiscalizados durante la noche del sábado.

La detección del fraude aduanero se produjo alrededor de las 23.30 horas, tras un control vehicular rutinario, que sorprendió a un furgón Station Wagon, modelo Delica, conducido por un ciudadano chileno, el cual intentó despistar a la policía, señalando que en las 40 cajas de cartón que llevaba en la parte posterior de la máquina, transportaba carne de alpaco, lo que por supuesto no convenció a los policías.