Nadie debería estar en desacuerdo conmigo de que a pesar de los intentos de tantos gobiernos que han administrado el Estado Chileno, todavía se encuentran reflexionando con respecto a los valores humanos que deben sustentar la Familia. Pareciera ser que lo único que motiva es la lucha entre un Chile basado en ideas religiosas y un Chile de ideas Pluralistas. No se ha podido superar las batallas ideológicas de siempre para mirar más allá tratando de lograr un encuentro con los miles de chilenos que viven mal, experimentan injusticia y falta de solidaridad nacional.
Se sigue pensando que los viejos no tienen la importancia como para invertir políticas - dinero en ellos y mientras tanto la comunidad nacional ve aumentar el porcentaje de adultos mayores. Las ISAPRES observan con preocupación que deben gastar más en sus beneficiarios mayores, porque "No se están muriendo" al contrario, viven a pesar de todo y exigiendo mejores atenciones.
Todo se planifica y se diseña estratégicamente pensando en el período de inicio de la persona joven como el ciudadano y se deja de lado lo que guarda relación con su etapa de término que incluso es mucho más extensa: la vejez. Esta ceguera garrafal está carcomiendo nuestro país, porque los políticos no se dan cuenta que se están haciendo viejos también, que el país ha envejecido notablemente y que han disminuido notoriamente los nacimientos.
Estamos con una serie de Reformas ¿y que hay para los viejos? ¿Una vejez sin impuestos, sin pago de salud?, ¿Mejores pensiones? ¿Bonos de recreación sana…?
Estamos en el año 2016 y los viejos siguen viviendo con sueldos miserables y sin beneficios sociales especiales para ellos… La gran Reforma no puede serlo sin priorizar la vejez, porque es la necesidad que no marcha por las calles, pero que es la mayor porque más temprano que tarde todos llegaremos a ser viejos. La vida da muchas vueltas, ciertamente hay una para todos nosotros y por supuesto: los políticos también envejecen.
Arturo Yévenes Acuña
CI 6.151.180-6