Una balacera en la vía pública terminó con cuatro detenidos (dos mujeres), el arma de fuego incautada, y droga y dinero decomisados.

Los hechos ocurrieron en la población Camilo Henríquez, cuando los detectives de la Brigada Antinarcóticos (Brian), se encontraron con un auto en movimiento, desde cuyo interior efectuaban disparos contra una camioneta, la que escapó del lugar. Los detectives iniciaron una persecución principalmente al móvil desde donde disparaban, la que se extendió por el sector, siendo capturados minutos después en la población San José.

Los detectives de la Brian detuvieron a dos hombres y una mujer, a los que se les allanó sus domicilios. En uno de ellos se encontró a una mujer colombiana la que fue detenida y, también, marihuana y pasta base.

Los detenidos dijeron que se trataba de un ajuste de cuentas por un lío faldas que afectó a uno de los involucrados, aunque no entregaron más detalles.

Los detectives encontraron el arma de fuego con 12 cartuchos y trabajan para dar con el paradero de la camioneta que recibió los disparos.

Una mujer boliviana traía en sus faldas 400 ovoides de clorhidrato de cocaína, que fueron detectados por funcionarios de Aduanas apostados en el Complejo Fronterizo de Chungará.

La detenida traía la droga desde Cochabamba y debía entregarla en esta ciudad. Según la PDI se logró sacar del mercado más de 9 mil dosis o papelillos de cocaína.

La mujer fue detenida en horas de la madrugada y fue identificada como Juana Taquichiri, de 35 años, la que viajaba en un bus de una empresa internacional boliviana.

Los detectives de la Brigada Antinarcóticos (Brian), incautaron 4 kilos 630 gramos de clorhidrato de cocaína.

Además portaba $163 mil pesos; US$ 100 dólares; 520 bolivianos y dos teléfonos celulares, medios de prueba que fueron remitidos al tribunal.

Cinco detenidos, entre los 21 y 31 años, fue el saldo que dejó un operativo de la PDI tras descubrir una red de microtraficantes que operaba en dos locales de tatuajes en el sector céntrico de la ciudad.

De los involucrados, tres se dedicaban al arte de la tinta permanente en la piel, quienes utilizaban las tiendas para surtir de cannabis sativa a consumidores regulares y que frecuentaban dichos lugares.

Posterior a las diligencias policiales, se halló un total de medio kilo de marihuana que mantenían los implicados para su comercialización, siendo formalizados por tráfico en el Juzgado de Garantía.