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Hace dos años y medio que en Arica no hay donantes de órganos

El Ministerio de Salud especificó que ciudades de zonas extremas son las que menos donantes presentan.
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En los últimos dos años y medio, Arica no ha contado con ningún donante de órganos. Según informó el Ministerio de Salud, la situación se vive de forma similar en otras ciudades extremas como Aysén y Magallanes.

Hace algunas décadas el panorama era similar, llegando incluso a transcurrir tres años sin registro algún donante. A la fecha, la tendencia no ha logrando revertirse.

Según expresan desde el Hospital Regional Doctor Juan Noé, existe preocupación e interés en educar y fortalecer este tema. Sin embargo, la donación de órganos más que un problema de salud propiamente tal, es un aspecto relevante a nivel de toda la comunidad.

Al respecto, desde el principal recinto regional de salud señalaron que "la donación de órganos no se encuentra en el centro de las preocupaciones de los ariqueños, ya que aún existe desconocimiento respecto al tema".

Esta explicación fue avalada por Javier Domínguez, vicepresidente de la Corporación de Trasplantes, quien manifestó que la menor tasa de donantes en las zonas extremas del país se debe, en primer lugar, a la menor cantidad de habitantes, pero además, porque no existe una cultura de donación desde los hospitales.

Sin embargo, existe otro factor que podría influir a la hora de optar por la donación. Se trataría de la lejanía existente con el Hospital Del Salvador de Santiago, recinto que tiene la característica de centro de derivación. El alto costo del traslado (24 millones de pesos, ida y vuelta) suele ser la gran piedra de tope.

Ante este problema, hace algunos años atrás se pensó en la creación de un centro de derivación en el norte, específicamente, en Antofagasta, iniciativa que finalmente, nunca prosperó.

Equipo de procuramiento

En el Hospital Doctor Juan Noé existe un equipo de profesionales denominado "de procuramiento" quienes son los encargados de identificar a los posibles donantes. Se trata de un paciente con muerte cerebral, certificada por dos médicos, uno de ellos neurocirujano o neurólogo.

Una vez que se tiene el consentimiento de la familia, el equipo toma contacto con el Ministerio de Salud para buscar a los receptores de órganos.

Los procuradores trasladan los órganos en condiciones especiales, para que puedan ser injertados en otro individuo, de acuerdo a prioridad.

A pesar de las campañas que se han realizado para sensibilizar a la comunidad respecto a la importancia de donar órganos y respetar la voluntad de quienes en vida así lo manifiestan, éstas parecen no haber tocado a los ariqueños.

El Servicio de Salud realizó un llamado a fomentar las conversaciones que se generan en los núcleos familiares, poniendo en debate este importante tema.