Transparencia y probidad
La discusión y respecto a la crisis de confianza que afecta hoy a nuestro país es transversal. Es un tema sobre el que particularmente el mundo político ha comentado, se ha hecho cargo y en algunos casos, también ha realizado su autocrítica. Sin embargo, como lo comentara la Presidenta Michelle Bachelet, "la crisis de confianza no es privativa de los liderazgos políticos o de las instituciones públicas".
Las palabras de la Mandataria corresponden a la ceremonia que encabezó para celebrar la entrada en vigencia de la Ley Sobre Probidad en la Función Pública y Prevención de los Conflictos de Intereses, actividad realizada en Santiago.
Se plantea así una nueva herramienta que busca promover la transparencia y frenar casos de corrupción, como también, ir entregando a la opinión pública evidencias de que el país sigue trabajando y avanzando por una senda de mayor probidad, especialmente de sus autoridades.
La nueva ley que ha entrado en vigencia establece 3 mecanismos para evitar conflictos de interés en la función pública: declaración de patrimonio e intereses, mandato de administración de cartera de valores y deber de enajenar ciertos bienes.
De esta manera, el Gobierno espera elevar sustantivamente los estándares respecto a transparencia y probidad de las autoridades y funcionarios públicos, incluyendo los conflictos de interés.
Se trata de una señal que se agrega a otras que se debaten en el parlamento, y que se relacionan con reforzar la fe pública y la probidad también en el mundo privado. Los casos de colusión, por ejemplo, han dañado profundamente las confianzas y se suman a un conjunto de episodios que, lamentablemente, han ido creando una imagen de corrupción, parte de la crisis de confianza que experimenta nuestro país.
En todo caso, no deja de ser llamativo, quizás hasta preocupante, el que la autorregulación, el sentido común y en algunos casos, hasta la moral se hayan ido perdiendo de tal manera que hoy sea necesario legislar en materias que deberían formar parte del espíritu y la razón de ser de personas e instituciones.