El altiplano de Parinacota está salpicado de poblados abandonados con casas en ruinas. El despoblamiento de la zona es un problema que los distintos gobiernos han tratado de combatir sin lograr, hasta ahora, un vuelco en la situación.
Estudios previos sobre las causas de este abandono de las zonas altiplánicas por parte de sus habitantes han puesto el acento en los factores sociales, económicos y políticos, pero escasa atención en integrar los factores climáticos en los procesos demográficos de la historia de América, que tiene raíces milenarias en distintas regiones.
Ahora, investigadores de tres universidades del Proyecto Anillo, proponen una nueva explicación al fenómeno, fijando su origen en las primeras décadas del siglo XIX y ligándolo a factores climáticos.
La investigación fue realizada por un equipo de paleodemógrafos, paleoecólogos y arqueólogos de la Pontificia Universidad Católica de Chile, la Universidad de Tarapacá y la Universidad Austral de Chile, y sus resultados fueron publicados en la revista especializada PLOS ONE.
Menos lluvias
Utilizando información proveniente de los anillos de los árboles -que dio a conocer las precipitaciones de la época- y datos económicos y demográficos nacionales, determinaron que a partir de 1820 hubo una baja en las precipitaciones de los Andes semiáridos, lo que impactó negativamente en la actividad de los pastores andinos.
A esto se sumó el crecimiento exponencial de la industria del nitrato (salitre) a gran escala en las tierras bajas adyacentes al Desierto de Atacama, lo que exigía la presencia de miles de trabajadores. Viendo aquí una oportunidad para reponerse de su alicaída economía, miembros de dichas comunidades abandonaron sus territorios para dedicarse a esta labor en auge.
Actividad minera
"Nuestros resultados son consistentes con el inicio de esta intensa actividad minera y el aumento de las exportaciones de nitrato a Europa durante 1830. De hecho, esta industria fue el motor económico de la región, provocando masivas migraciones. Lamentablemente, esto, más la sequía, afectaron la estructura familiar y modo de vida tradicional de las poblaciones andinas", explicaron los autores del estudio.
Agregaron que esta suma de causas sociales y ambientales, ayuda a comprender la importancia de las interacciones humanas con el medio ambiente y puede replicarse a nivel mundial para entender las actuales migraciones que se están dando por el cambio climático global.