El aymara doctor en literatura que partió de Caquena a Alemania
Fue el único de su familia que tuvo la oportunidad de ingresar a la universidad y terminar un doctorado en Europa.
Se crió entre cerros nevados, bofedales, adobe y esfuerzo. Mucho esfuerzo. También sueños, de esos que se hacen realidad.
Oriundo de Caquena, Juan Jacobo Tancara Chambe, vive desde el año 2011 en Europa. Sus padres, aymaras de tesón, no tuvieron educación formal, pero esto no impidió que Juan fuera el primero de su familia que logró entrar a la universidad y terminar un doctorado.
Hace unas semanas defendió su tesis en la Universidad de Bielefeld, Alemania, convirtiéndose en doctor en teología y literatura. Pero todo este camino no fue fácil. Según sus propias palabras, tuvo que autoexiliarse para estudiar, transitando académicamente por Bolivia, Costa Rica, Venezuela y Perú, hasta llegar a Alemania.
Este recorrido cargado de obstáculos y logros, dice, puede ser una motivación para jóvenes aymaras de la zona y de sectores populares.
Niñez y libros
"Pasé mi infancia entre Putre y Caquena, debido al trabajo de mi padre como pastor evangélico. Yo diría más bien que pertenezco a esas generaciones de aymaras que bajó de las montañas a Arica, que tiene, por lo tanto, un conocimiento de los dos mundos", comentó.
En su niñez, recuerda, había mucha discriminación a la etnia. Además, en su familia, había problemas de índole socioeconómico, pues los recursos eran muy limitados.
"Mis padres nunca pisaron la escuela. Mi padre aprendió a leer por su cuenta y mi madre murió mientras trabajaba como temporera en el Valle de Azapa".
Su infancia la vivió en un internado, donde se respiraba violencia, pero también, hizo grandes amistades, a pesar de la soledad que sentía. Recuerda que un día un profesor le comentó al curso que solamente dos o tres alumnos entrarían a la universidad, pues el resto no tenía las capacidades suficientes.
"Esas palabras produjeron un efecto contrario en mí y me propuse estudiar con muchas más ganas". Fue así como ingresó a una universidad pública en La Paz, Bolivia. En el vecino país estudió psicología durante un año, cambiándose, finalmente, a literatura.
El gusto por la lectura lo heredó de su padre, quien tenía libros de misiones en su casa y se pasaba horas estudiando diccionarios o enciclopedias que le prestaban. "Él era aymara hablante, pero quería cultivar su castellano". De su madre, en cambio, dice que heredó el empuje y las ganas de buscar nuevos horizontes.
Fueron esas ganas las que lo llevaron a estudiar luego, teología ecuménica, terminando la carrera en Costa Rica. También tuvo un tiempo de formación teológica en Venezuela y cursos en distintos países.
"Las dos profesiones que tengo las he considerado siempre como una forma de servicio al pueblo antes que un medio para ganar dinero", expresó.
ALEMANIA Y bofedales
Juan llegó a tierras europeas apoyado por un profesor alemán que tuvo en Costa Rica, quien lo animó a hacer el doctorado interdisciplinario en teología y literatura. Gracias a una beca, estuvo investigando la lengua y cultura alemanas.
Sin embargo, al recordar Caquena, evoca con nostalgia los cerros nevados, los viajes sobre yegua a Pullapullani, las caminatas por los bofedales, la casa de sus abuelos, las casas de adobe y de paja y las camas de barro, donde dormía sobre blandos cueros de llama.
De Putre no olvida el camino hacia La Barranca, lugar donde solía llevar a las ovejas. "Cuando cae la tarde se siente ahí una tremenda incógnita, todo se cubre de un halo de misterio. Es como el camino de la vida", recordó.
Del lugar donde vive actualmente, dice que le gusta la tranquilidad y el respeto que existe entre la gente. Además, las personas son muy amables y solidarias.
El profesional siempre lleva en su corazón a la comunidad aymara que forma parte de sus raíces. Su sueño es servir de alguna manera a su gente, trabajando en algún centro de investigación o dando clases en alguna universidad latinoamericana.
Sin embargo, no tiene claridad si es que alguna vez regrese definitivamente a Arica.
"Me gustaría porque hay mucho que hacer en las organizaciones indígenas y religiosas. Creo que se podría contribuir; no obstante, es un poco difícil la parte laboral. Mi proyecto es publicar en algún momento libros que tengo terminados, son ensayos y literatura", finalizó.