Secciones

En la previa del Clásico, Buljubasich respalda a Mario Salas pese a los malos resultados

E-mail Compartir

Luego de la eliminación en la primera vuelta de la Copa Sudamericana ante Real Potosí y la derrota ante Santiago Wanderers por 1-2 en condición de local, los hinchas de Universidad Católica comienzan a perder la paciencia y apuntan los dardos al técnico Mario Salas.

Y es que los últimos partidos vienen precedidos sólo por magros resultados. En el Torneo de Apertura, la UC lleva un registro de tres empates y una derrota, completando de esta forma el peor arranque de un equipo cruzado en 12 años, con apenas un 25% de rendimiento.

Incluso, considerando todas las competencias, el equipo de la franja sólo ha ganado un partido en ocho encuentros -ante Santiago Morning por Copa Chile-. La última derrota ante Wanderers, que a raíz de ese resultado perdió el invicto de 21 encuentros en San Carlos de Apoquindo, terminó por colmar la paciencia de los hinchas cruzados, quienes han pifiado y pedido la salida del entrenador en el estadio. Un escenario inédito, si tomamos en cuenta que Universidad Católica es el último campeón del torneo nacional.

Si hace algunos días el presidente de Cruzados, Juan Tagle, se cuadró con Mario Salas, ayer fue el turno de José María Buljubasich, de salir al paso de las críticas para defender al actual entrenador cruzado.

La semana pasada, el gerente técnico justificó la eliminación de la UC en la Sudamericana, diciendo que no tenían "ni una meta".

"Con Mario estamos trabajando bien hace tiempo, es un técnico que salió campeón y van recién cuatro fechas", comentó el ex arquero cruzado a Radio Cooperativa. El "Tati", aprovechó de agregar de que "viene un clásico y estamos en la cuarta fecha, así que hay que trabajar con optimismo en la semana para llegar a ese partido", dijo Buljubasich sobre el partido que la UC jugará ante la U en el Estadio Nacional, el próximo sábado al mediodía.

Ricardo Soto: "Iré a Tokio pero, si no hay apoyo, pensaré en qué estudiar"

El joven que se instaló entre los 16 mejores arqueros en los Juegos Olímpicos, aseguró que en Chile es difícil vivir como deportista.
E-mail Compartir

Pamela Serey A.

Con 16 años ilusionó a los chilenos que siguieron los Juegos Olímpicos de Río. Ricardo Soto se instaló entre los 16 mejores arqueros del mundo y dejó altas las expectativas para Tokio 2020.

La semana pasada llegó a Chile y no tuvo descanso. De inmediato volvió al colegio y a sus entrenamientos. Según relata en conversación con este medio, le va bien en los estudios. "Tengo promedio 6,2", indica con orgullo.

Ricardo Soto cuenta que todavía no asimila lo que vivió. "Fue algo raro", describe. Pese a que ya había participado en mundiales "donde sólo van arqueros", nunca lo había hecho con tantos deportistas de elite: "Es impresionante", agrega. "Es que había de todos los deportes y eso lo hace distinto. Especial", afirma el joven, que cuando puso un pie en su recinto educativo, supo que las cosas habían cambiado.

Después de su actuación en Río, su anonimato desapareció: "Mis compañeros me felicitaban. Los profesores me preguntaban cómo había sido todo allá. También preguntaban cómo es Río y yo les contaba mi experiencia".

Pero lo que más le sorprendió fue el interés de los más pequeños por estar cerca de la nueva estrella del colegio. Ese chico con el que se topaban todos los días, pero que ahora habían visto cómo peleó cada tiro con Sjef Van den Berg, el número cinco del mundo, quien lo terminó eliminando en un rudo desempate. "Los niños más chicos se agolpaban para pedirme autógrafos. A veces era demasiado, pero me di el tiempo con todos", confiesa el arquero.

Además del colegio, Ricardo Soto retomó sus entrenamientos. Así que de martes a domingo, sagradamente, va a perfeccionar sus tiros con el entrenador, Martin Frederick, "que no es mi entrenador personal, sino que de la selección", aclara Soto.

El adolecente, al igual que los chilenos, se ilusionó con su presentación. Dice que quedó "conforme". Por lo mismo, ya piensa en Tokio 2020. Sin embargo, también reclama por la falta de apoyo. "Iré a Tokio, pero si no hay apoyo pensaré en qué estudiar en la universidad".

"En Chile, como deportista, ni siquiera recibes un sueldo (...). Sólo a los deportistas que obtienen un triunfo fuera del país les dan un sueldo, por un año. Entonces prefiero entrar a la universidad, estudiar algo y tener una pega estable", asegura. De esa forma, el deportista se suma a los demás que reclaman más respaldo del gobierno. "Los logros de los deportistas son personales y gracias al apoyo familiar. Pero no es porque el Estado esté siempre invirtiendo y así es difícil competir con las potencias mundiales", cierra la promesa.