Sabido es que las enfermedades cardiovasculares figuran entre las principales causas de muerte en adultos en todo el mundo y Chile no es la excepción. Nuestro país tampoco es ajeno a otra tendencia que se expande en todo el orbe: el aumento de su prevalencia a edades cada vez más tempranas.
En este fenómeno han influido la masificación de hábitos dañinos para la salud y que tienen directa repercusión en el bienestar y calidad de vida de los adultos jóvenes. Tal es el caso del tabaquismo y una vida sedentaria, menos horas de sueño al día que las recomendadas y altos índices de estrés.
El incremento de la obesidad, incluso desde la infancia, es otra condición que deteriora la salud del corazón.
Por eso es necesario incluir en nuestra rutina de alimentación diaria una serie de alimentos cardioprotectores. Estos tienen la función de proteger nuestro órgano principal al ayudar a prevenir la hipertensión arterial, bajar el colesterol "malo" presente en las arterias y reducir los triglicéridos elevados, todos ellos importantes factores de riesgo que nos predisponen a sufrir, por ejemplo, cardiopatías coronarias, accidentes cerebrovasculares o insuficiencia cardiaca.
"Este grupo de alimentos está integrado por productos ricos en minerales como calcio y potasio, antioxidantes, grasas instauradas y fitoesteroles, entre otros, cuyas cualidades son benéficas como protectores de la salud cardiovascular", asevera Paulina Hernández, nutricionista y jefa del programa "Vivir Bien" de Sodexo, quien recomienda reforzar el consumo de:
1. Verduras y frutas: Su presencia en la dieta diaria es de suma importancia, ya que aportan minerales y vitaminas relevantes en el combate contra la formación de ateromas o placas de colesterol que producen los infartos. Además, las de hojas verdes son ricas en antioxidantes, ácido fólico y hierro, que contribuyen a mejorar la circulación sanguínea.
2. Pescados: Gracias a que aportan altas dosis de Omega 3, son grandes aliados en la cruzada de reducir el colesterol "malo", sobre todo aquellos de piel grasa, como el salmón, el jurel y el atún. Lo importante es evitar comerlo frito. El consejo es consumirlos 1 o 2 veces por semana.
3. Legumbres: Además de contener beneficiosos nutrientes, su alto aporte de fibra contribuye a mantener los niveles de lípidos en la sangre en rangos normales. De ahí que su presencia en la dieta sea significativa para reducir el colesterol "malo".
4. Aceites vegetales: Las variedades que provienen de olivas, soja o canola contienen grasas instauradas, que aumentan el colesterol "bueno", y poseen antioxidantes naturales como la vitamina E. La palta es otra buena fuente de aceite vegetal.
5. Frutos rojos-azulados: Como poseen poderosos antioxidantes naturales (antocianinas), evitan la acumulación de grasas en las paredes internas de las arterias. Por eso se recomienda comer ciruelas, frambuesas, arándanos y otros berries.