Secciones

El ariqueño que pasó por el Cirque Du Soleil

Un deportista ariqueño, experto en gimnasia y con un carisma único decidió aventurarse en el mundo circense donde encontró su pasión.
E-mail Compartir

Wilson González luce orgullosamente sus 44 años de edad. Trabaja actualmente en la Oficina del Adulto Mayor del municipio, donde es técnico en deporte, materia que es su pasión, sin embargo en las artes encontró como mezclar sus dos pasiones la gimnasia y hacer reír a las personas.

"Siempre fui inquieto, estudiaba en la escuela E-14, ahí mi profesor era Roberto Erpel (actual Core), entonces me envió a la academia de gimnasia para que agotara toda esa energía que tenía", contó González entre sonrisas.

Desde entonces conformó parte del equipo de gimnasia de su escuela. Ahí desarrollo sus primeras piruetas y compitió a niveles regionales y nacionales. González recuerda que fue en el año 90 cuando inició y descubrió el mundo del espectáculo con el popular "Tío Mario".

"Vino a Arica un delfinario, ahí nos pidieron que hiciéramos un show de gimnasia y me vio en ese show el Tío Mario, donde me ofreció trabajar con él. Ahí comencé, hacía del personaje de Power Ranger, hacía piruetas y todo lo que sabía hacer desde la gimnasia" contó Meñique, tal como lo conocen en el mundo artístico.

Desde sus inicios como "Power Ranger" no detuvo su interés por el mundo de las artes y luego de algunos años hizo el doble del personaje Gato Juanito en Arica. Desde entonces Wilson indagó en el mundo circense, donde -tal como contó- recorrió gran parte de Chile gracias a las giras de los distintos circos en los que participó. "Comencé a trabajar en distintos circos, entre ellos el de Los Tachuelas, ahí hacía una alegoría al gran Cirque Du Soleil, con acrobacias, entre otras cosas propias del espectáculo", dijo el artista.

Cirque du soleil

No fue hasta el año 2008 que Wilson pudo ver en carne propia el espectáculo que tanto imitó por temporadas, cuando el Cirque Du Soleil llegó a Chile con su gira Alegría y González postuló a un trabajo de acomodador, una labor que le permitiría ver desde cerca el gran espectáculo circense de nivel internacional. "Yo conocía a un amigo clown que trabajó ahí en el circo, así que postulé a trabajar como acomodador. Después pude ascender como supervisor, luego trabajé en el sector de maquillaje y finalmente como asistente de rutinas" cuenta con orgullo. Eso sí, tal como lo mencionó, jamás llegó a trabajar dentro de una rutina como artista "ahí ellos se preparan, son profesionales, son años de trabajo donde seleccionan al elenco y si alguno falla no es llegar y reemplazar, viajan desde el extranjero, donde tienen la escuela", afirmó.

Meñique aseguró que existe gran diferencia entre el trabajo de los circos grandes y pequeños. "Los circos familiares por lo general no tiene roles definidos, todos hacen de todo".

Hoy el artista se desarrolla como monitor deportivo en Oficina del Adulto Mayor, sin embargo aún sueña con realizar una escuela circense que pueda preparar profesionales a nivel internacional "aquí tenemos todas las herramientas, hay gente con experiencia, solo que a veces los recursos son escasos para estas iniciativas". Fuera del trabajo Wilson aún sigue haciendo show infantiles.