Tías incorporaron identidad cultural a los niños en el aula
El equipo pedagógico del jardín infantil Tortuguita, ubicado en el sector Cerro La Cruz, decidió innovar en la metodología de aprendizaje e incorporó un sello de identidad cultural en los pequeños y familias que allí estudian.
Los especialistas afirman que los primeros cinco años de un niño son cruciales para desarrollar las experiencias más significativas de un ser humano, y donde desarrollará y activará el 90% de su cerebro estimulando mayormente su capacidad cognitiva, de ahí que la importancia de la educación primaria en los menores se vuelve fundamental para implementar los principios que le regirán por el resto de la vida educativa. Esto bien lo han entendido las educadoras del Jardín Infantil Tortuguita, perteneciente a la Junta Nacional de Jardines Infantiles (Junji), quienes desde hace algunos años han decidido innovar en las metodología de aprendizaje con el objetivo de incorporar la identidad cultural en los niños; así lo explicó su directora Eva Chang Chambe, quien convencida de la importancia que tiene arraigar la identidad cultural en los niños decidió dar un vuelco a las formas convencionales y buscar la manera de implementar metodología significativas para que los niños y niñas descubran una de las culturas milenarias que posee la región, como lo es la Cultura Chinchorro.
La iniciativa
Según comentó la educadora, la iniciativa nació principalmente por la necesidad de buscar que los niños y niñas en sus primeros años de educación obtengan identidad cultural, para lo cual el equipo de tías que trabaja en el jardín tuvo que comenzar un trabajo en conjunto con los apoderados, esto porque -según la directora- la incorporación de nuevas metodologías comprendía la participación activa de los padres y apoderados de los menores.
"Tenemos una trayectoria por ser un jardín ambientalista-cultural. Hoy nos enfocamos específicamente en la Cultura Chinchorro con el fin de rescatar toda nuestra identidad y proyectarla a las familias, apoderados y a la comunidad como una puesta en valor con las niñas y niños" contó la educadora del jardín ubicado en el sector del Cerro La Cruz y que cuenta con 5 niveles de atención y 20 funcionarios .
Desde entonces el establecimiento que reúne a 104 pequeños del sector comenzó a hacer de la Cultura Chinchorro uno de sus ejes en la transmisión de identidad cultural .
Chang contó que "las niñas y niños, realizan diferentes experiencias in situ, los llevamos a ver el mar, al museo arqueológico, recolectan conchas, se visten de chinchorrinos y fabrican las réplicas de las momias, por ejemplo".
Es así como la utilización del concepto de identidad cultural para este jardín ha tomado un rol significativo.
De esta manera la educación en los estudiantes del jardín juega un rol esencial en potenciar la identidad cultural, esto porque tal como lo expuso Chang en el "V Seminario Ambientalista-Cultural", para poder salvaguardar hay que reconocer, "ya que no se puede formar en el menor un sentido de pertenencia de algo que le es desconocido. Por tanto, es posible para el alumno situarse en un espacio que le es propio. En ello, su memoria le permite utilizar sus ideas y conocimientos previos como elementos fundamentales al momento de configurar su propio conocimiento, y a futuro le facilita la interiorización de nuevos contenidos".
Indudablemente, las estrategias didácticas que se empleen como medio para el logro de los objetivos serán determinantes en los procesos de enseñanza-aprendizaje.
nuevas Experiencias
Tal como lo explicó Chang las experiencias educativas que llevan a cabo en el jardín han sido en conjunto con los apoderados de todos los niveles, puesto que en cada uno de ellos se han desarrollado actividades de terreno o cuadros representativos de la Cultura Chinchorro.
Un ejemplo de ello -contó la educadora- fue la interpretación de los menores de 4 meses (Sala Cuna) donde representaron un cuadro de los chinchorrinos a través de la música y materiales que incentivaron el estímulo de los bebés.
D e igual manera el nivel medio medio mayor, alumnos de 3 a 5 años, han hecho representaciones de la vida de los Chinchorros en paisajes reales, todo esto apoyado por los apoderados, quienes participan activamente.
Una de las actividades más representativas son las réplicas que realizan de las Momias Chinchorro, donde efectúan el proceso característico de momificación considerando las diferentes momias existentes.
A juicio de las educadoras todas estas herramientas entregadas a los menores ayudan a desarrollar las capacidades.
El equipo educacional, sueña con que estas herramientas pedagógicas con identidad cultural puedan ser replicadas en más establecimientos de la zona.