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Sepa cómo poner límites a los regalos ad portas del "Día del niño"

Especialistas dicen que no es bueno cumplir con todas las demandas materiales de los pequeños. Se debe, en cambio, incentivar el pasar más tiempo en familia, privilegiando el afecto por sobre los regalos.
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Este domingo se celebra el "Día del niño" y los padres buscan cómo complacer a sus hijos con regalos, en algunos casos, muy costosos. "No lo quiero, no me gusta", son parte de las frases que pueden escucharse en estas fechas, de pequeños que no se sienten conformes con los obsequios recibidos.

"Que el niño pida no es raro, porque está en una sociedad de consumo. Uno tiene que guiarlo y educarlo. Esos momentos en que el niño te pide 20 juguetes, es el momento para explicarle cuáles son las cosas importantes y cuáles no", dice María Pía Santelices, psicóloga clínica y subdirectora del Instituto Milenio para la Investigación en Depresión y Personalidad.

Los límites

La también académica de la Escuela de psicología UC comenta que se debe tener cuidado al pretender cumplir con todas las demandas de los niños. "Tampoco es bueno acostumbrarlos a un consumo sin límites. Tienen que conocer el valor de las cosas y no se deben sobrevalorar los objetos. Se debe valorar lo importante que es el afecto por sobre las cosas".

En este sentido, Santelices dice que es importante establecer límites durante la crianza. "Si sólo le das afecto, tampoco le estás haciendo bien, porque ese niño está entendiendo que el mundo no tiene límites y todo lo que él desea estará siempre a su disposición. No podrá tolerar la frustración, que es un concepto súper importante para el desarrollo de los niños".

La recompensa

Algunos padres optan por incentivar el esfuerzo de los niños premiándolos. Aunque la académica de la UC explica que se debe tener cuidado con los incentivos. "Hay muchas cosas que el niño tiene que hacer y no hay que recompensarlo por eso. Por ejemplo, el niño tiene que cooperar en la casa porque eso es un deber. Cuando uno lo recompensa, es como si fuera un extra y algo que merece premio".

Santelices agrega: "lo que más valoran los niños no son los objetos, sino que la compañía, el vínculo y el juego. El juguete debería ser un pretexto para fomentar la mayor calidad de juego, el pasar más tiempo juntos y disfrutar con un niño desde el goce y el disfrute de estar juntos".

Decir que no

Rodrigo Brito, psicólogo y académico de la Universidad Mayor, explica que es clave aprender a negarse ante ciertas demandas infantiles: "No debe ser un hecho aislado decir que no. Tiene que ver con un estilo de crianza, de aprender a poner límites razonables a los niños".

El especialista comenta que no es bueno cumplir con los pedidos de los hijos sólo por evitar una pataleta. "Después será cada vez más difícil decir que no. Se trata más bien de un proceso, en el que los adultos, en forma progresiva, deben poner límites".

El psicólogo dice que es bueno que los padres tengan cierta flexibilidad. "Cuando los adultos le decimos que no a los niños, hay que abrir otras posibilidades, porque la respuesta puede ser malinterpretada por un niño, como 'tú no me quieres o no soy importante'. Hay que tener opciones. No dar un no cerrado".

Reconocimiento afectivo hacia los niños

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Rodrigo Brito, psicólogo y académico de la U. Mayor, indica que es positivo reconocer lo logro de los niños, pero "no recompensarlos en términos materiales". Lo mejor será que los padres se muestren contentos.


El desafío es lograr estar más presente

"Vivimos en la cultura donde lo material ha venido a sustituir la culpa de los papás por no estar presente... Estoy compensando mi ausencia. El problema debería ser cómo lo hago para estar más presente", dice Brito.


No dejarse manipular por la influencia infantil

Cuando los padres deciden decirle que no, deben mantener su decisión. "Cuando uno pone un límite cuando adulto es súper importante que se cumpla y se respete. Los niños tienden a manipular", señala el sicólogo.


Aprender a decir que no es positivo

"En nuestra cultura cuesta en general decir que no. Si nos piden algo, decir que no es casi un insulto. En otras culturas es algo casi normal. Es importante entender que tenemos derecho a decir que no y a no sentirnos mal"... indica el académico.