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tres consejos para ordenar las platas

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Parta haciendo un presupuesto mensual y anual de sus gastos

"Lo primero y fundamental es confeccionar un presupuesto mensual y anual que te permita tener un panorama claro de tu situación económica" dice Cristián Lecaros, en su libro "Sé libre en tus finanzas". El economista explica que el presupuesto "es la cantidad de dinero que se estima será necesaria para enfrentar ciertos gastos futuros (...). Este sistema nos permitirá saber a ciencia cierta de cuánto dinero dispongo mensualmente".


No gaste más de lo que gana en lo que no necesita

"Es bastante común gastar nuestro dinero en ítems que no son estrictamente necesarios", dice el autor, que propone bajar "al máximo el uso de tarjetas de crédito o casas comerciales".


Si es un comprador o compradora compulsiva, aléjese de la tentación

"Si eres comprador o compradora compulsivo, evitar ir a lugares donde te puedas tentar, como por ejemplo los malls, y en lo posible trata de evitar el uso de diferentes tarjetas de crédito. Controla este gasto utilizando solamente una tarjeta, comprando en una sola cuota o máximo en tres cuotas precio contado, si se trata de compras importantes y más caras (como por ejemplo un refrigerador), para no terminar pagando interés de más", recalca el autor.

Sepa por qué pagar en billetes o con cheques "duele" más que con tarjetas

Las personas tienden a valorar más una compra cuando la realizan con efectivo o con cheques, que cuando la efectúan con tarjetas de débito o crédito, dice estudio.
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¿Ha experimentado la sensación de, podría decirse, dolor físico al entregar un billete para realizar un compra? En el caso contrario, ¿ha gastado grandes sumas de dinero con alguna de sus tarjetas, sin pensar realmente en cuánto se demorará en pagar? Bueno, esa intuición de que el "dinero plástico" duele menos que el papel moneda es lo que una profesora de la Universidad de Toronto Scarborough, decidió comprobar, a través de un experimento.

A un grupo de personas les pidió comprar un tazón de café, que costaba dos dólares, con billetes, y a otro hacerlo con tarjeta.

Después les pidió que se lo vendieran de vuelta, obteniendo respuestas diferentes. Mientras el grupo que había comprado con tarjeta accedió a pasárselo por 3,83 dólares promedio, el segundo lo hizo por un promedio de 6,71 dólares.

"Algunos en el grupo de los billetes literalmente cerró sus manos sobre el tazón y dijo: no puedes recuperarlo" contó la profesora de economía Avni M. Shah, al diario The New York Times.

Y es que, para la académica, "si bien la conveniencia de andar sin plata en los bolsilos es innegable, conlleva una inadvertida desventaja: que tendemos a valorar menos las compras cuando usamos una tarjeta, que cuando pagamos con el método más doloroso del efectivo o los cheques".

El truco de la abuela

En Chile, la cabeza de Inversión Fácil, Cristián Lecaros, coincide con el diagnóstico del estudio norteamericano: "Cuando te dan un voucher y me gasto tres millones de pesos en un auto, o lo que sea, no lo siento. En cambio, cuando saco tres millones en fajos de billetes, los cuento y los entrego a la automotora, sin duda que me duele. Lo siento mucho más".

Por este motivo recomienda recuperar una antigua tradición: "ojalá algunos pagos, como las abuelitas, pudieran separarlos en sobres".

"La gente podría sacar dinero en efectivo y poner en sobres algunos gastos, como los de la bencina, la tarjeta bip, gastos de recreación, lo que a ti se te ocurra. Así, si se me acaba el sobre de las 80 lucas del restaurante, no hay más y ésa es una manera de cumplir con el presupuesto mensual. Esto, porque cuando está la tarjeta, la linea de crédito y cuenta corriente, no hay fondo. Está creado el sistema para eso", recalca.