Responsabilidad de los padres
Haceunos días, el país se vio impresionado por las noticias que daban cuenta de la violencia que se había desatado en manifestaciones estudiantiles. De manera similar, la violencia escolar es otra situación preocupante, por cuanto sus alcances son insospechados.
Las agresiones y las expresiones violentas, particularmente en manifestaciones públicas, han llegado a que se proponga la opción de que los padres se hagan cargo de los daños que generan sus hijos en este tipo de actividades, que en su esencia, deberían ser pacíficas.
Hoy, nos encontramos ante la encrucijada de lo que significa el rol de padres, por una parte, como sostenedores de la familia y por otra, con la ineludible responsabilidad de educar y guiar a los hijos. Lamentablemente, muchas veces esta responsabilidad es endosada a otras personas, por las exigencias que impone la vida misma o simplemente por la necesidad constante de aumentar o mantener un status, a costa del tiempo que se da a los hijos.
Y es en este plano donde los padres deben asumir el peso que significa traer un niño o niña al mundo, más por el sólo hecho que esté aquí, sino por la formación que se le debe dar y las responsabilidades que se deben asumir.
Y es que es difícil pensar que las controvertidas conductas de los menores sean motivadas principalmente por la televisión o los dibujos animados, cuando se supone que junto a ellos están sus progenitores para equilibrar la visión de la realidad y porque si fuera tan decisivo este factor, sólo en Chile habría millones de potenciales peligros públicos alentados por la violencia de la TV.
El caso es que los hijos serán en gran parte lo que cada uno de los padres, sus formadores, pueda hacer de ellos y de ahí la importancia de asumir las responsabilidades especialmente en las edades tempranas, sin necesidad de que se trate de una cuestión penal o civil.
Así, después no debería haber lamentos ni menos esa búsqueda de culpas ajenas, cuando en realidad, la palabra la tiene cada uno de nosotros.